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 ROMY SCHNEIDER

 

 

 

 

 

 

 

 

Eran tiempos de búsquedas, caminos de resplandores difusos y de largos paseos por el extraordinario mundo del cine. Mi forma de andar no era propiamente la de un hombre decidido, apenas llegaba a los 20 años, y mi inseguridad era palpable cuando tenía que tomar una decisión,. y me refiero a elegir una película para ver, o para complacer al amigo de turno. Eran tiempos de limitaciones, de censura, de pecaminosos pensamientos y todo esto viviendo en una España dictatorial, el escudo era de un acero totalmente imposible de cruzar. Pero entre mis búsquedas, entre los muchos rostros que me han electrocutado en el asiento de mis cines de barrio, que son muchos, y entre las películas que me marcaron, que fueron las mas, tuve el enorme privilegio de descubrir una historia de amor, un trozo de intriga palaciega, y unos paisajes que aún hoy, después de mas de cuarenta años transcurridos, me siguen apasionando.....!!Viena!!...!!Salzburgo!!...!!El Tirol!!... Son como cascadas de color, de aire, de cánticos encerrados en cajitas de música, cuya única llave la tenía a mi total disposición, cuando presenciaba aquella bella historia de amor, entre un Emperador llamado Francisco José, y una alocada, libre, sana y lozana chiquilla a la que todos llamaban Sissi. No me importaba estar viviendo en una España de carencias, ni me interesaba si la película venía íntegra, o si los personajes tropezaban cargados de invenciones o leyendas. No tenia mas ojos que para aquella joven actriz alemana llamada Romy Schneider, y averiguar cuanto pude sobre el personaje que ella daba vida en el cine y que no era otro que La Emperatriz Isabel de Austria. La trilogía que se rodó sobre Sissi es un caramelo muy dulce, excesivamente empalagoso para mi ya por entonces exigente criterio cinematográfico, pero a pesar de ello, sucumbía una y otra vez en la historia, en los lugares donde se desarrollaba y me enamoré como un niño de aquella actriz llamada Romy, aunque claro está, aquel enamoramiento era propiciado por mi inseguridad juvenil, pero nunca me arrepentiré de haber tenido a Romy Schneider como un icono, una especie de musa, en donde partían las otras figuras que me han marcado a lo largo de mi admiración hacia el Séptimo Arte.

Romy Schneider reunía como actriz, como persona y como mujer, el prototipo que en aquellos años de juventud casi todos los adolescentes de mi época buscábamos en las chicas que estaban a nuestro alcance. Pero ella era algo especial, volvíamos al cine una y otra vez, y acabé estudiando tanto sobre La Emperatriz Isabel de Austria, que pasados los años, y cuando Luchino Visconti nos regaló ese largo fresco y maravilloso retrato que es LUÍS II DE BAVIERA, donde Romy, por amistad con Visconti aceptó encarnar a Isabel de Austria, a través de los ojos del director, no me dí cuenta de la gran diferencia existente entre aquella Sissi de mis años mozos, con la prima del Emperador Luis II. A pesar de todo, y viendo la versión integra de la obra de Visconti, comprobar su libertad y su obsesión carnal hacia el primo, le perdoné siempre todo, porque para mi seguía siendo aquella chiquilla lozana, libre y sana de la trilogía, o la compañera de un creíble Helmut Berger en la obra maestra que es "LUDWIG".

 

 

Romy Schneider rechazó hacer una cuarta entrega, después de concluir EL DESTINO DE SISSI, aunque le ofrecían un cheque en blanco para volver a interpretar a la legendaria Emperatriz, en el cual la actriz podía añadir cuantos ceros quisiera. Romy ya por entonces deseaba darle a su carrera, a su vida un rumbo diferente, y...... !vaya si lo consiguió!. Romy Schneider a partir de entonces, bajo la sombra de el amor de su vida, Alain Delon, de su protector Luchino Visconti, de Fellini y de los mejores directores franceses del momento, se convertiría en una de las actrices mejor consideradas de Francia, y a la vez del mundo entero. Reconocida actriz de teatro, donde cosechó las mejores criticas de su carrera, y una mujer de considerable belleza. Alguien dijo una vez, que de no haber existido Romy Schneider, habrían tenido que inventarla, pues su magnetismo traspasaba la pantalla, atrapaba y embelesa todo a la vez.

 

He querido rendir un pequeñísimo homenaje a ese personaje emblemático de Elisabetta Amalia Eugenia Von Wittelsbach, Duquesa de Baviera, Emperatriz de Austria y Reina de Hungría, que murió a los 61 años el 10 de Septiembre de 1898 en Ginebra, asesinada por el anarquista italiano Luigi Lucheni, con un punzón clavado en el pecho, dejando atrás toda una leyenda de amor, intriga y libertad, que aún hoy es recordada, aunque buena parte de esta devoción, se la debamos a las tres películas que Romy Schneider interpretó. Romy siempre será Sissi, y ambas, aunque eligieron caminos opuestos, tuvieron un final que mucho se acerca a la realidad mas cruel...... Ambas tuvieron un adiós que ni el viento mas fuerte, ni los cánticos mas bellos de una tierra dibujada para la música, pudieron llevarse, porque las dos permanecerán en los océanos del tiempo, como algo nuestro.

Cuando recuerdo a Romy se me vienen a la cabeza muchas cosas, el anuncio de su muerte: Yo, aquel día estaba en Paris de viaje de bodas y escuchamos por la radio la noticia. Me quedé inmovilizado, de piedra, no supe como reaccionar, yo creo que entonces mi esposa se dió cuenta de que grado de amor tenia al cine. También se me vienen a la mente algunas de sus películas, su cara de niña al comienzo de su carrera, siempre acompañada por esa súper-madre-protectora y por supuesto los tiempos de su romance con Delon, y mas concretamente cuando encauzó su carrera por vias intelectuales, con directores como Orson Welles, y Luchino Visconti. La belleza de esta actriz no es posible describirla sin pecar de exageración, debido a mi admiración y veneración por ella, pero es cierto, es muy difícil dibujarla físicamente, a veces es una niña seria, ausente, otras, es una hermosísima mujer, de un atractivo nada común, y con esas gotas de erotismo francés que tan bien Romy supo plasmar,. tanto en la pantalla, en el teatro y en los reportajes que le hicieron para muchas publicaciones francesas. Poseía el encanto de las sirenas, la sonrisa de cien Giocondas, y el brillo de una Venus de Milo, esperando ser consagrada como una deidad griega. Romy es la eterna sonrisa, es la laguna donde perdemos el control de nuestros sentimientos, y el espejo donde refleja como ninguna otra, su regia altivez de cortesana de mundo. Sus últimos trabajos son realmente históricos, son un resumen de su enorme categoría como actriz, y de la mujer intensa que vivía dentro de ella. Tiene películas inolvidables, papeles para recordar en los océanos de los tiempos, y material para empapelar toda la Plaza de Oriente de Madrid. Romy es a escala mundial un icono, como lo fué Audrey Hepburn, Marilyn o James Dean, con la salvedad de que ella pudo demostrar con creces que el estrellato no es un último escalón hacia la fama, hay mucho mas allá y no siempre es agradable la visión que nos encontramos.

 

 

No voy a hablar mas de su carrera, es obvio que no se le puede pedir mas, bastaría con su intervención en LUÍS II DE BAVIERA, o en LA PISCINA, para catalogarla como una representación del erotismo femenino de todas las épocas, en la primera por su porte y ambigüedad, en la segunda por su libertad y total naturalidad ante la cámara. Mi propósito es ir desgranando, con ayuda de mucha información que tengo del triste final que esperaba a aquella Emperatriz de Austria, asesinada por un anarquista, y en cierto modo dejar bien claro como fueron sus últimos momentos, instantes no muy definidos por la policía, por su misma familia, y muchos menos por la sensacionalista prensa. Espero conseguir al favor de quien me lea, y con el corazón de par en par, quiero que desde donde esté, sepa comprender que aquel hombre que escuchó la noticia de su fallecimiento en la ciudad de Paris, nunca se quedó conforme con lo que se dijo y no es justo que todavía se desconozca la autentica verdad.

El último amor de la actriz fué Laurent Petit, un productor de cine al que amó intensamente. Se llegó a decir que Petit fué una especie de Doctor Doolittle al que ella como una dulce Eliza, se dejó moldear, retirándola de las adicciones que marcaban su vida hasta entonces. En los años que vivieron juntos, Laurent Petit se encargó de hacer una Romy diferente, mas dedicada a su profesión, menos propensa a las depresiones y al alcohol, y a la figura negativa que ejercía en ella la presencia del actor Alain Delon. Fué una labor intensa, pues la actriz sufría mucho con el recuerdo del suicidio de su primer marido y por la trágica muerte de su hijo David, pero la tenacidad de Petit, su amor hacia ella y su paciencia hicieron que Romy viviera los últimos años de su vida, sumergida en proyectos, la inmensa mayoría direccionado al mundo del teatro, donde tenia ofertas muy interesantes. Al igual que Marilyn, Romy Schneider tenía una agenda personal, donde anotaba todo, desde sus fechas mas significativas, hasta los acontecimientos que de alguna forma la marcaron. En ella había anotaciones relacionadas con Alain Delon y sus manejos extra-cinematográficos, las veces que se vieron a lo largo de su vida, y algo que era muy importante, la relación existente de un grupo de mafia internacional con el actor, como así mismo todo lo sucedido con el asesinato del guardaespaldas de Delon, acontecimiento que conmovió a toda Francia, y del que el actor salió algo tocado. Este diario nunca se encontró entre las pertenencias de la actriz después de su muerte, fué, como en el caso de Marilyn, un objeto muy buscado y que hasta la fecha no se sabe nada de él, pero no es difícil imaginar de quien eran las manos que lo ocultaron ante la opinión publica y en donde creo que debe seguir. Laurent Petit era y es un productor muy conocido, tremendamente elogiado por los aciertos entre los films que produce y un caballero de pies a cabeza. Intimo amigo de él en los tiempos de su relación con la actriz, era un fotógrafo francés que se llamaba Daniel Nassoy, al que Romy y Laurent ayudaron, y que consiguió mucha popularidad por unas fotos que hizo a la actriz, y que son de una enorme belleza, en donde sobre fondo azul nos presenta a una Romy exquisita, sensual y tierna. Actualmente su hijo es uno de los mas afamados fotógrafos del mundo, el cual sigue los mismos pasos de su padre, pero con variantes significativas dentro del mundo de la fotografía.

Daniel Nassoy estaba la noche en que Romy fué encontrada muerta, fué él mismo el que descubrió el cuerpo de la actriz. Nassoy pasaba unos días con la pareja en el domicilio de Laurent Petit, y fué testigo de excepción de todo lo acontecido. El fotógrafo relató cientos de veces ante la policía, la prensa, y los medios de comunicación todo lo que vivió aquel trágico día, tuvieron que pasar muchos años, hasta que su hijo Daniel Nassoy, confiara a mi buen amigo José, anticuario parisino de la ciudad del Sena y actualmente retirado de todos los vínculos que le unieron con personajes famosos del cine y la literatura francesa debido a su negocio, en la Costa Mediterránea española. Mi buen José sabe mas por lo que calla que por lo que cuenta, pero a mi, personalmente me ha confiado muchos hechos relacionados con personajes famosos del cine, me ha bastado siempre con ponerle un mns o un mail pidiendo información sobre unos y otros, o pedirle ayuda para el articulo que pienso escribir o estoy escribiendo, y recibir a continuación muchos mas detalles y datos de enorme importancia del personaje en cuestión. José fué un anticuario muy conocido y prestigioso, por su tienda pasaron desde una madura Greta Garbo, hasta la mismísima Catherine Deneuve, sin olvidar al matrimonio Burton y a su fiel e íntima Ava Gardner. Con estos datos que he querido insertar en este articulo sobre la muerte de Romy, marco la importancia de las palabras de José, cuyo apellido es obvio que omita, para resaltar la veracidad de toda la información que recibo de él. Nassoy hijo y José son excelente amigos a pesar de la diferencia de edad, y Daniel confió y aclaró muchos paréntesis en blanco que han quedado en la historia final de Romy Schneider.

 

 

Yo, con el permiso de mi amigo y siempre intentando ser fiel a la verdad cuando escribo sobre estos nombres importantes del arte, voy a procurar dar un halo de luz a aquellos trágicos momentos que se vivieron en la residencia del productor Laurent Petit, donde murió, el 29 de Mayo de 1982 una de las mujeres mas fascinantes del cine, una actriz de incalculables registros y un rostro que reflejó la belleza de una época que forma parte de nuestra existencia, dejando a su hija Sarah Biasini con cinco años de edad, como afluente de su enorme caudal interpretativo y que ahora, después de estudiar en el Actors Studio, sigue los pasos de su madre. Al menos parte de Romy no ha muerto, ahí están sus películas, y por el cuerpo de esta joven promesa corre la sangre de aquella Emperatriz de Austria, para satisfacción de los muchos hombres y mujeres que no hemos olvidado sus primeras apariciones en la pantalla, soportando el enorme peso de una corona que embellecía aún mas ese rostro al que antes me refería, como: " Reflejo de toda la belleza de una época que forma parte de nuestra vida ". 

Es difícil componer este puzzle, es una labor complicada, no exenta de rozar la leyenda y crear una cierta incredulidad entre las personas que puedan leerlo. Pero toda la información que me ha llegado, una a una, la he ido numerando, obviando ciertos pasajes que no me parecían de interés y confiando plenamente en el testimonio de este hombre que vivió de cerca los últimos días de Romy, al lado de Laurent Petit y su hija Sarah, de la información que me llegaba desde la Costa Mediterránea Española por parte de José y por querer esclarecer una muerte que es tan difusa como la misma niebla. Los datos son ciertos, los personajes también y no tengo otro propósito que darle tinte dorado a unos días que no tuvieron que ser los mas felices de nuestra inolvidable Romy. Lo hago en su memoria y porque sé que desde ese lugar donde espera, y que todos iremos algún día, recibiré como recompensa la mas bella de sus sonrisas.

En Marzo de 1982 Romy terminaba prácticamente su trabajo en La Passante du Sans-Souci (Testimonio de mujer). Durante ese tiempo se pasaba los descansos escribiendo cartas a su hijo fallecido, tenia muchas, algunas de ellas se las leía a sus compañeros de rodaje, como si se tratase de una nota real, cuyo destinatario la recibiría tarde o temprano, cuando lo tristemente cierto era que su hijo David murió brutalmente atravesado por las verjas de su residencia. Michel Piccoli que era su compañero en el film, le confesó a Laurent Petit:

"Debes llevártela lejos de aquí, procura hacer un viaje a Egipto, o a La India, lo mas lejos de Europa que puedas. Romy acabará volviéndose loca, no deja de mezclar realidad con ficción y su hijo David siempre está en sus labios. Debe preocuparse mas por Sarah, por tí....por ella misma. La he querido y la quiero mucho y no me gusta nada las reacciones que veo en ella. No se centra en su trabajo, hay ocasiones en que la he tenido que ayudar, la he escondido las botellas, las pastillas....Ya no sé que hacer, ni como convencerla, está totalmente rota, debes abandonar por un tiempo tus negocios, dedícale mas tiempo, dale todo el amor que se merece, hazle olvidar, que Sarah no esté lejos. Sois lo único que tiene, y habla con Delon, habla seriamente con él., No me gusta la influencia que ejerce sobre sobre ella, es un mal tipo..... No me gusta....."

Las palabras de Michel Piccoli, gran amigo de la pareja ejercieron mucho en Laurent, e intento por todos los medios salir de Paris, pero la actriz se negó en redondo ha viajar, no estaba preparada para abandonar la ciudad, el entorno en que vivía, y la discusiones entre ambos eran frecuentes. Romy acababa siempre diciéndole:

"¿Y si vuelve David y no me encuentra?, ya sabes que no hace nada sin mi".

Debo reconocer que cuando José me envió el mail donde venía este comentario, sentí una profunda pena por mi querida Romy, era como si te sintieras indefenso sin poder remediar lo irremediable, era como ver alejarse la sombra de una actriz irrepetible, sin que nadie tuviera la solución, y no hacía mas que pensar en aquella trágica noche, cuando en realidad los acontecimientos se disparan y se rompe en mil pedazos todo lo que la sostenía en pié. La adicción a los sedantes eran desde hacia tiempo su punto de amarre, y los mezclaba con la bebida, produciendo en ella un estado de total inercia, vagando constantemente por las habitaciones de la casa de Laurent, sin conciliar el sueño y repitiendo el nombre de su hijo. No puedo imaginármela así, me niego a hacerlo, pero tristemente así sucedió.

 

 

SU ÚLTIMO AMOR, SU ULTIMO REFUGIO.....

 LAURENT PETIT

 

Una semana antes de su muerte, Romy se marchó con Delon a Niza. Tenían la presentación en una cadena de Televisión, con motivo de un homenaje a "los romances mas celebres del cine". Laurent Petit no estuvo nunca de acuerdo con este viaje, recordaba las palabras de su amigo Piccoli, y temía por la tristeza que se abatiría sobre la pequeña Sarah Biasini, pero Romy insistió, preparó sus mejores galas, y en unión de Alain, de su secretario, su peluquera, y un buen numero de maletas partió en avión hacia la Costa Azul. Ella recordaba los días que había pasado con Delon en Niza, en los tiempos en que Luchino Visconti andaba tras ella para que aceptara ser la co-protagonista de LUÍS II y de paso que estudiara la proposición de ser compañera de la Garbo en el proyecto inacabado de Visconti, de llevar al cine EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO, donde el director quería tener a Romy otra vez a su lado. Luchino amaba, adoraba y veneraba a la actriz, y según confesiones hechas a Helmut Berger: "No podía estar sin sentir su sonrisa y su voz", pero Romy abandonó durante mas de una semana el domicilio donde compartía su vida con Petit y su hija y se entregó a los brazos del amor de su vida. Delon, en aquellos días estaba vigilado por la policía francesa, con motivo del asesinato de su guardaespaldas, pero a pesar de todo ello, la pareja partió para Niza y estuvieron mas de una semana perdidos por la costa, a bordo de un yate. Sobre estos días no hay datos, pero no hay que ser muy inteligente para adivinar que tanto Romy como Alain vivieron lo que sería sus últimos días de enamorados. El resultado no fué muy halagüeño, pues a la vuelta del viaje, Laurent Petit, al igual que David Nassoy Sr. recibieron a una Romy deteriorada, frágil, sin apenas hablar, con ojeras muy profundas, sin prestar atención apenas a su pequeña Sarah, y encerrándose en sus habitaciones prácticamente todo el día.... ¿que le sucedía?...¿que hacía que Romy obrase así?...tanta era la preocupación de Petit que fué visitada por uno de los mas afamados psiquiatras de Paris. 

La situación a primeros de Mayo de 1982 era mucho mas calmada, tenía un tratamiento controlado por el especialista que la visitó y había recibido la oferta de interpretar en teatro la obra FEDRA de Eurípides, y la ilusión volvió a su vida. Al principio la actriz seguía dejándose llevar por Laurent, por su pequeña Sarah y la constante presencia de amigos en la casa del Productor..... pero todo aquello duró poco. José me cuenta que David Nassoy hijo, siempre le oía a su padre comentar las fiestas, las cenas en el jardín y las partidas de póker que allí se sucedían. Romy se levantaba muy temprano, desayunaba y se ponía a estudiar, le comentó que era un tremendo reto representar en Paris el difícil papel de FEDRA.... Todos creían que la felicidad, y la ilusión había vuelto a la casa, pero a pesar de ser una primavera nueva, después de haber vivido un otoño y un invierno infernal, la estación carecía de algo fundamental, en la casa faltaba entre la pareja, esa compenetración y pasión que vivieron cuando se conocieron. Romy apenas hablaba con Laurent, estaba casi todo el día en su habitación, dejaba en manos del servicio el cuidado de Sarah y solo salía por la noche, cuando llegaban los primeros invitados. Nassoy cuenta que verla aparecer por la enorme escalera, era como un espejismo, excesivamente maquillada, con risa forzada y vestida siempre con tonos rojos. Nassoy la conocía muy bien, y apreciaba en Romy signos no muy naturales, porque ella siempre se maquillaba sin ganas, y odiaba el color rojo. No era esta una aparición natural, algo estaba formándose en su cerebro, y se lo comentó a Laurent, pero no le dió demasiada importancia, siempre decía que Romy era victima de si misma, que era como una niña mal criada, y que era positivo verla charlar con los invitados....Pero Nassoy no tenía ante sí a la mujer que fotografió tantas veces, a aquella actriz de sonrisa clara, contagiosa y dulce, la Romy que veía ahora era una especie de muñeca rota, un espectro empujado a convivir sin mas.

Michele Morgan, extraordinaria actriz francesa y gran amiga de Romy comentó años después de la muerte de la actriz, lo siguiente:

"Aquellas noches en casa de Petit eran una pesadilla para mí. Nunca debí aceptar las invitaciones que me hacían para jugar al póker, o reunirme con amigos de la profesión. Siempre tenía mis ojos sobre Romy, no los quité ni un solo instante de aquellas dos noches, no podía, vestida con aquel color...... Aquella no era mi querida niña de siempre, había en ella como una sombra antinatural, hablaba de forma incoherente, de cosas que no venían a cuento, y su risa...!cómo olvidar aquella risa!... era lo que mas daño me hacía, porque era diferente. He querido desechar aquellos momentos, días antes de morir, pero no he podido, ni creo que pueda nunca. Cuando me han preguntado sobre su muerte, no he sabido nunca que decir, ni cual era o es mi opinión. Solo puedo decir que entonces ya estaba muerta. Nunca la olvidaré, era el ser mas alegre, noble, ocurrente y bello que he tenido a mi lado. Solo quiero recordarla así...."

 

 

El día 28 de Mayo al atardecer Romy, según las declaraciones que hizo a la policía Laurent Petit, recibió la visita de Alain Delon, en compañía de otros dos hombres. El productor en principio dijo que no le pareció bien la llegada imprevista de Alain, y mucho menos que Romy les indicara que subieran a su habitación, en lugar de hacerlo en el salón de la casa. Al cabo de mas de una hora Delon y sus acompañantes dejaron el domicilio de la pareja sin mas. Laurent no pudo convencer a Romy que bajara, ella solo quería estar sola.....pidió un vaso de leche caliente al personal de servicio y esa fué la última vez que la vió con vida. Laurent recordaba que se retiró a dormir tarde, después de charlar con su buen amigo David Nassoy, que pasaba unos días con ellos. Según declaraciones que ambos hicieron a la policía, la casa estaba tranquila, Sarah dormía y en las habitaciones de Romy todo parecía normal.

José me contó que a la mañana siguiente, como solía hacer de costumbre Nassoy Sr. se levantó muy temprano, salió al jardín y disfrutó de la paz, la claridad y la primavera parisina. Todo parecía perfecto hasta que subió para llamar a Romy, siempre caminaban muy temprano los días que él estaba con la pareja, a ella le encantaba madrugar, pero aquel 29 de Mayo de 1982 no fué un día normal en la vida del fotógrafo y esto fué lo que Nassoy Jr. le contó a mi amigo José y lo que su padre recordaba muchas veces a lo largo de su vida:

"Abrí la puerta, eran mas o menos las siete y media de la mañana, y ví a Romy desplomada sobre su enorme butaca, con el rostro blanco como el mármol, sin mas signos de vida a su alrededor, en el suelo una carta escrita a su hijo David. Me acerqué y sentí un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo al rozar mis manos con las manos heladas de la actriz....Era muy extraño, las ventanas estaban cerradas."

Eso fué todo lo que refirió a su familia, lo que mencionaba siempre, pero algo omitió como veremos mas adelante.

David Nassoy, intimo amigo de una de las actrices mas queridas de Francia, vivió siempre con el recuerdo de aquella niña dulce, de sonrisa contagiosa y uno de los rostros mas bellos que él había tenido delante de la cámara. En toda su vida hizo mas referencia al trágico hallazgo, salvo que no encontró su diario en el lugar donde lo tenía siempre y los medicamentos que tomaba reposaban en perfecto orden. David nunca pensó en que el suicidio vagaba por la habitación, de eso estaba totalmente seguro. Pero la ausencia del famoso diario de la actriz fué una de las cosas que no cuadraban ante tanto orden....¿Quién se lo había llevado?.

El diario de Romy Schneider hasta la fecha no se ha encontrado.

 

 

Todos los medios de prensa y la televisión lanzaron la noticia, y yo, que en aquellos días disfrutaba con mi esposa de nuestro viaje de bodas, recuerdo que no se hablaba de otra cosa en Paris, todo parecía paralizado, todo el mundo y hasta el mismo aire primaveral de la ciudad de la luz, parecía distinto. En cierto modo, el mundo había perdido a su Emperatriz y el cine una de sus mas importantes estrellas. Paris aquel día, no parecía la ciudad de siempre.

 

 

El periódico Le Fígaro, escribía el 30 de Mayo de 1982:

 

          

La actriz austríaca nacionalizada en Francia, Romy Schneider, apareció muerta en la mañana de ayer en el domicilio del productor Laurent Petin. Aunque los primeros exámenes médico-forenses señalaron como causa de su muerte un paro
cardíaco, en ambientes artísticos cercanos a la actriz se comenta mucho que la protagonista, entre otras películas, de Sissi, El proceso y Lo importante es amar, se quitó la vida debido al trauma con el que vivía después de la trágica muerte de su hijo David acaecida el año pasado. Romy Schneider, que actuó en mas de sesenta películas, tenía 43 años y deja una hija, Sarah de cinco años de edad.

Hacia las 7,30 de la mañana de ayer un amigo de la actriz que pasó la noche en la casa descubrió el cuerpo inerte de Romy Schneider. Laurent Petit avisó a los servicios médicos pero éstos no pudieron hacer nada. El forense certificó que la muerte de la actriz se debía a causas naturales, concretamente a un paro cardíaco, por lo que se rumorea que no habrá autopsia para determinar si había fallecido por una sobredosis de barbitúricos, tesis que mantiene también la policía, ya que no se encontró ninguna prueba suficiente que pudiera confirmar el suicidio.

 

 

Está claro que Romy murió por un fallo cardiaco, pero eso no justifica las lagunas que hay en el caso de su extraña muerte....

¿Por qué tenía las ventanas cerradas, cuando siempre dormía con ellas abiertas?...

¿Quién hizo desaparecer su agenda-diario?....

¿Qué decía la carta dirigida a su hijo?...

¿Que significado tenia la visita de Delon la noche antes, acompañado por dos hombres?...

¿Por qué Laurent Petit nunca ha querido hablar de este tema?.

 

Hay amores que marcan toda una vida y que pueden llevar a cometer gestos incomprensibles para el resto de los humanos. En una entrevista al diario "La Provence", Alain Delon confesó algo que a mi me parece macabro..... Cuando falleció Romy Schneider, su pareja durante muchos años y, según el actor, «su primer y gran amor», fué a casa de Laurent Petit, se acercó a su lecho de muerte para despedirse de ella, junto a sus amigos los productores Claude Berri y Alain Terzian.......

"Allí le hice tres fotos con mi Polaroid, porque tenía ganas de fijar para la eternidad su imagen en el féretro ".


El actor puso la nota final a esta intrigante revelación añadiendo:

 

"Conservo estos retratos, que nunca he enseñado a nadie, en mi cartera, cerca de mi corazón ".

 

Delon hizo estas sorprendentes, tremendas y escabrosas declaraciones en el marco de su presentación de "Ils se sont tant aimés", un libro escrito en colaboración con Christian Dureau y Philippe Barbier y que se publicó en Francia, en el que el actor habla por primera vez, cuando  se han cumplido 27 años del fallecimiento de Romy, del amor y la pasión que sintió hacia ella y que siguen vivos en su corazón. Delon reconoció que si ha esperado tantos años antes de hablar de su relación con la actriz es porque «es un tema muy doloroso y personal», y explicó: «En el libro he podido hacerlo porque ahora estoy preparado para ello ». El actor francés también confesó que siempre se arrepintió de no haberse casado con Romy,  pero que se consuela pensando que tuvieron una fiesta de compromiso tradicional y maravillosa en Lugano (Suiza) y muchos momentos para los dos solos. El actor puso la nota aún mas alta en su entrevista al declarar:

"Es difícil decir esto, pero no me habría gustado verla con 70 años. Romy creo que se dejó morir a los 44 años por no poder superar la trágica desaparición de su hijo.....Estaba muerta mucho antes y creo que no hubiera envejecido bien. Es mejor que nos dejase así. Murió guapa y siempre será un mito".


En "Ils se sont tant aimés", que cuenta con más de un centenar de fotografías de la pareja, el actor cuenta cómo la conoció, cuando tenían 23 y 20 años, respectivamente. En el libro, también relata anécdotas de sus tiempos felices, de sus relaciones con Visconti, de los proyectos que podían haber hecho juntos, de las muchas broncas entre ambos, debido al mal genio de Romy, de la que dice que se convirtió demasiado pronto en estrella, llegando a ser muy caprichosa. Lo que no cuenta, o al menos hasta que no tenga en mis manos el manuscrito y lo lea, no puedo confirmarlo, es el motivo de su ruptura, o el misterio de la desaparición de su diario personal, donde la actriz habla del asesinato perpetrado a uno de los guardaespaldas de Alain, y que sigue siendo una incógnita en Francia, como así mismo las muchas infidelidades que tuvo que sufrir por parte del actor, tanto con hombres y mujeres. Creo que estos puntos a que hago referencia seguirán siendo grandes lagunas en la vida y en la muerte de esta extraordinaria actriz y mujer, y estoy convencido que serán obviados en "Ils se sont tant aimés".

 

 

Hace aproximadamente unos meses mi amigo José estuvo en Marrakech pasando una semana, en el hotel "Les Jardins De La Koutoubia", y allí mismo, donde se hospedaba entabló amistad con uno de sus huéspedes. Se hicieron amigos porque ambos amaban el cine, tuvieron muchas horas de charla y salió el tema de la muerte de Romy Schneider, cual no fué la sorpresa de José cuando supo que la persona que tenia delante, fué el secretario de Romy, cuando la actriz le compartía con Adele, una especie de dama de compañía y también secretaria-personal que estuvo años al cuidado de sus hijos. No ha sabido decirme el nombre exacto, José cree que se llamaba Maurice, o algo así, pero lo sorprendente fué que cuando le preguntó por los motivos exactos de la muerte de la actriz, su interlocutor le dijo lo siguiente:

"Romy no se suicidó como se comenta, y mucho menos que tomara barbitúricos. Romy era drogadicta desde hacia tiempo, aparte del alcohol. La persona que la metió en ese mundo fué Alain Delon, él le proporcionaba la heroína, creo que esto ni Petit lo sabía. Romy aquella noche murió por un fallo cardiaco, pero producido por una sobredosis. Esa es la verdad".

Quería dejar para el final esta puntualización, pues viene a cubrir las lagunas que he dejado a la luz.

 

Las conjeturas que el lector puede sacar de aquella noche son muy libres, pero están exentas de gran claridad, al menos yo lo veo así, José lo comentó con el hijo de Nassoy y se puede hacer una reconstrucción que roza la credibilidad ateniéndonos a los datos aportados. Lo que si es cierto es que Romy debió sentirse muy sola, tremendamente mal...¿las causas?, tenia infinitos motivos para no querer seguir viviendo, pero la mas fuerte, la que a mi mas me preocupa es la influencia que pudo existir en la misteriosa visita de Alain Delon, extrañamente acompañado y el por qué ha desaparecido la agenda o diario personal de la actriz....Yo creo que en estos dos puntos están las incógnitas de su extraña muerte, y al certificar los médicos que el fallecimiento se debió a un fallo en el corazón, no se le practicó autopsia y la verdad ha quedado a merced del viento.....y aunque era primavera en Paris..... éste se lo llevó, pero la verdad es bien distinta. Pocas personas sabían que Romy era adicta a la heroína y que ésta fué la causante de su repentina muerte.

 

CON SU HIJA SARAH BIASINI, HEREDERA DE UNA SONRISA MARCADA EN EL RECUERDO

 

Todos los periódicos de Francia se hicieron eco del entierro de la inolvidable Emperatriz de Austria. Se hacia mención de sus mejores trabajos en el cine y el teatro, pero la mayoría hacían hincapié en que sería siempre recordada como aquella liberal, alegre y arriesgada Sissi, que hizo soñar a millones de personas en todo el mundo. De todos los medios de prensa, extraigo el comentario que hizo Le Monde:


" La actriz Romy Schneider, fue enterrada en el cementerio de Boissy-Sans-Avoir, localidad situada a 50 kilómetros de la capital francesa, en la que había comprado recientemente una casa de campo, donde pensaba retirarse, pero que nunca llegó a habitar. Un centenar de personas, allegados y amigos íntimos de la actriz, asistieron al sepelio en la pequeña iglesia de San Sebastián y presenciaron la inhumación del cadáver en el cementerio que bordea al templo. Entre los asistentes al entierro se encontraba el hermano de Romy, su segundo marido, Daniel Biasini, y Laurent Petin. No asistió Delon, que, en cambio, estuvo presente horas antes en el levantamiento del cadáver en París. Fuertes medidas de seguridad impidieron la entrada a curiosos y periodistas, que tuvieron que tomar las fotos desde un helicóptero. Asistió todo el cine francés en pleno, sobre todo directores que habían realizado películas en las ella intervino, como Jacques Deray, Roman Polanski, Bertrand Tavernier, Robert Enrico, Pierre Granier-Deferre, Claude Berri y Jacques Ruffio. Extrañó en cambio la ausencia de Claude Sautet, que fue uno de los directores que mejor conocía a la actriz austriaca. Jacques Ruffio, que fue el último que dirigió a Romy, en la película "La passant-du-sans-souci", pronunció una oración fúnebre en la que recordó su "fuerza resplandeciente de la que fue inolvidable Sissi" y recordó también a la musa e intérprete del maestro Luchino Visconti y heroína fuerte y serena de los filmes del director Claude Sautet. También asistió al entierro el actor Michel Piccoli, con el que había actuado en varias películas. El ministro de Cultura francés, Jack Lang, estuvo representado por su esposa, Monique Lang, y por Francis Beck, responsable político del cine francés. La madre de la actriz, Magda Schneider, de 71 años, ha tenido que ser internada en un hospital de Austria, al sufrir una depresión nerviosa cuando se enteró por radio de la muerte de su hija, según informaciones de un periódico austríaco ".
 

 

A veces se nos encoje el alma cuando escuchamos la noticia de la muerte de un componente del mundo del cine, de uno de esos nombres que seguimos con admiración y devoción, degustando sus películas como si fuera la última, y nos quedamos exhaustos, sin fuerzas, impotentes ante los designios de la vida, sin mas poder en nuestras manos que la nada mas absoluta....Son esos momentos que nunca olvidamos cuando se trata de actores o actrices que nos marcaron, siempre tendremos en la mente el momento del fatal adiós, y esa fecha pasa a ser inolvidable para nuestra vida. Contaría cientos de casos, y me quedaría corto, pero en estos momentos en los que estoy dando final a mi articulo sobre la muerte de Romy Schneider, no dejo de asociar su fallecimiento a un día de Mayo en la ciudad mas bella del mundo: Paris, que por designios del destino, me encontraba en ella disfrutando de mi viaje de bodas, hace mas de 27 años. Las noticias que daba la televisión y la radio van cosidas a mi, siempre irán, porque Romy es uno de esos personajes que hicieron y harán que la magia del cine sea eterna, guardándola en nuestro lugar mas amado.

 

Si ella supo hacer que su carrera fuera realmente importante, nunca podrá alejar a aquella joven alegre, alocada y libre que mas tarde se convertiría en Emperatriz de Austria

 

Romy Schneider nombró herederos universales de sus bienes a su hija Sarah y a su último compañero, Laurent Petin, en un testamento ológrafo hallado en Zurich y publicado en la República Federal Alemana por el semanario Stern. Dice el escrito:

"Quiero, que todo lo que yo, Romy Schneider, poseo sea legado a Laurent Petin y a mi hija Sarah. Quiero decir, que hago testamento otra vez y que todo lo que poseo pertenece ahora a Laurent Petin y a Sarah. Esta es mi última voluntad y mi decisión permanece en firme".

Sin embargo, aparte de dejar un gran capital, Romy ha hecho heredar a sus allegados una deuda de 2,3 millones de marcos.