ESPERO VUESTRA OPINIÓN
|
LOS PAJAROS
-"La película número 50 de Hitchcock está interpretada por pájaros
y
algún ser humano, como dijo en rueda de prensa-".
![]() |
Lo que más me gusta de las películas de
Hitchcock son sus inicios, siempre de forma rutinaria como si nada fuese a
pasar, todo lo más normal del mundo. No es casualidad que los protagonistas se
encuentren en una pajarería, donde él, confundiendo a ella con la dependienta,
le pide dos "lovebirds", agapornis... "periquitos" en el idioma de los
dobladores. Traducido se pierde ese doble juego sexual que se trae Taylor con
Hedren, lo que no hace sino darnos un motivo más por optar siempre por la
versión original subtitulada. Esto puede ser un McGuffin más en manos del
"maestro del suspense" o puede no serlo tanto, según tengas ganas de interpretar
o dejarte llevar por la película. Por parte de Hitchcock no se dan datos para
sacar conclusiones sobre el porque de dichos ataques, él lo deseaba así para dar
más suspense al asunto. Y lo consigue en cierta medida, una pena que en la
actualidad pese en su contra el apartado técnico, se le nota demasiado sobretodo
en ciertas escenas, que los pájaros están sobreexpuestos a las imágenes
previamente rodadas, perdiendo así parte del encanto y pavor que debiera
provocar en el espectador. Aun con esto, su planteamiento ambiguo, su
planificación y ambientación son dignos de verse. Por último mencionar que el
final alternativo que existía en los storyborads no llevados a cabo por falta de
presupuesto ( hasta Hitchcock sufría de eso) quizá le hubieran dado un ligera
mejoría comparado con el que existe actualmente,,,Algo normal... por
supuesto, ¿ por qué podrían atacar los pájaros a la población?. Es una excelente
película, pero como reza el dicho del que hablo en este comentario: "Cría
Hitchcocks y te sacarán los...".
El final no rodado iba hasta San Francisco, donde llegaban los protagonistas en
el coche escapando de Bodega Bay. Una vez allí, respiran aliviados hasta darse
cuenta de que el puente Golden Gate y todos los edificios de alrededor se
encuentran asediados de aves y más aves.
Las posibles causas que se me ocurren para dichos ataques son:
- Simple y llanamente, para demostrar Hitchcock que podía hacerlo.
- Todo viene determinado a causa de los agapornis, grandes capos de la mafia
voladora, que antes de su enjaulación consiguen difundir el mensaje de su
encarcelamiento. La mafia, como ya se sabe, no tiene muchos problemas a la hora
de "persuadir" a otras especies de aves para que se unan a la causa, y así
luchar por la liberación de sus jefes. No hay más que observar la cara de estos
dos pequeños extorsionadores cada vez que se les enfoca, inmutables ante lo que
sucede alrededor, jamás pierden la compostura, no se revelan ante sus captores,
no enloquecen dentro de su jaula... saben que tarde o temprano sus compinches
les liberarán.
Tippi Hedren sube al bote y comienza a cruzar la bahía. Entonces sucede algo que
nos inquieta: se detiene el tiempo cinematográfico y pasa a coincidir con el
tiempo real. El sonido cotidiano del fuera borda se nos antoja extraño,
excepcional. Surge una pacífica angustia, la misma que tienen los marineros en
medio de una calma absoluta. Y el pájaro escoge ese momento para atacar por
primera vez: nada más lógico.
![]() |
![]() |
A partir de ahí, hasta la imagen final, todos nuestros esfuerzos por encontrar una respuesta a la conducta de los pájaros se inician siempre en el mismo pensamiento: aquella está provocada por la llegada de Tippi Hedren. Lo que más nos aterroriza del interminable crescendo de ataques es la plena consciencia de que éstos responden a una lógica muy precisa pero demasiado abstracta para formularla; con la excepción de que están relacionados con la llegada de Tippi Hedren (elemento extraño que desencadena cambios en un medio que se creía inalterable). Este carácter ineluctable de los procesos, que nosotros asimilamos siempre al reino animal, también nos aterroriza, porque nos deja moralmente desvalidos. El mecanismo es imparable, las barreras de lo soportable se van traspasando y se alcanza el clímax con...La muerte de la maestra, horrible y, lo que es peor, gratuita. Ya todo puede suceder: es una clase de terrorismo psicológico imposible de aguantar. Al final, Tippi Hedren vuelve a cruzar la bahía en sentido contrario y todos los procesos han terminado de desatarse. Y nuestra búsqueda de sentido sigue como al principio. Quizás los pájaros atacan para que nos preguntemos por qué atacan.
![]() |
![]() |
Los pájaros, fantástica película de terror, precursora de un género que, salvo experiencias como "Cuando ruge la marabunta", apenas había vuelto la vista hacia los animales. Pero Alfred Hitchcock no desatiende a los humanos y cuida los matices de la cinta. Recordad el momento en que Melanie entrega los pajaritos del amor a su deseado. La comedia romántica, tan perfecta que hasta resulta burda, se quiebra tan violentamente que el resultado es el mismo caos. Los Pájaros es uno de los clásicos más recordados de Alfred Hitchcock sin duda por su originalidad, aunque conviene no buscarle lógica. El ataque de los pájaros en ese pueblo aislado ha sido objeto de interpretaciones de tipo simbólico (que si el enfrentamiento entre la palabra y el caos, el Apocalipsis que se consuma, la sexualidad reprimida de la chica...), pero las aves probablemente sean un vehículo plástico y narrativo para los trucos del mago. Puedes ponerte a analizarla (y ver pajaritos en todas las películas de Hitch), o bien en el sofá y disfrutar del espectáculo. Hoy, su puesta en escena se aprecia con admiración y sus efectos especiales, con cariño. Sin música, pero con una banda de sonido (de Herrmann, claro) que funciona como una orquesta, los pájaros tiene una brillantez técnica como pocas veces llegó a alcanzar. Los ataques de los pájaros, especialmente el que tiene lugar cuando los niños salen de la escuela, son antológicos, y tantas veces homenajeados/copiados/profanados. Y las oscuras relaciones (atención a lo que se parecen la madre y Melanie o la pinta de galán de Rod Taylor) entre los personajes contribuyen a que esta enrarecida metáfora sea una de las películas más misteriosas del cine, aunque todo el mundo sienta el latido de los deseos en sus imágenes. ¿Y el final? ¿Qué? ¿Qué impresión te produce? Es genial..... Es como el borracho del bar. Increíble, patético, pero al final es cierto, desasosegante, sin sentido, el anticlímax más famoso del cine. No le hagas caso a la parodia de comedia del principio, que de todas maneras es de una ironía finísima. El fin de fiesta está por llegar.
![]() |
![]() |
La predilección en el cine de Hitchcock por turbar al espectador alcanza en este filme su máxima cota. The birds juega con los códigos del cine de terror, conjuga lo fantástico con lo milagroso, y juega con el miedo del ser humano a lo irreal y a lo inexplicable: el final abierto, la irracionalidad de los ataques, las perversas imágenes de los pájaros aleteando superpuestas sobre las bonitas estampas de Bodega Bay, el montaje abstracto de algunos planos (como el de Melanie en el restaurante observando despavorida el fuego que se propaga imparable hacia el depósito de combustible)… Todo en la película constituye una trasgresión de lo cotidiano, una violación del orden sobre los que hombre y mujer asientan su existencia. Personalmente, encuentro coincidencias entre las represalias de las aves filmadas por Sir Alfred y la descripción del fin de los días en el Apocalipsis bíblico:
“Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las
siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios.”
“Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro de piedras
preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones
y de la inmundicia de su fornicación”
![]() |
![]() |
![]() |
Plagas, seres alados, mujer adornada de
oro, fornicación… todo está en The birds: En una tienda de animales domésticos
de San Francisco, Melanie Daniels, vividora y hedonista, heredera de una gran
fortuna, conoce a Mitch Brenner, un abogado cuya intención es comprar una pareja
de agapornis. Ambos entablan un juego de seducción y de dominación. Mitch
consigue “enjaular” a Melanie que, desde ese encuentro, volará tras él como
pájaro en celo. En la localidad costera de Bodega Bay, Melanie entra en el mundo
de Lydia, viuda y celosa madre de Mitch y de la pequeña Cathy. Lydia recibe a
Melanie como un peligro para su estabilidad y seguridad, y sus miedos no son
infundados. Tras
el ataque de los gorriones en el salón, la casa y sus habitantes quedan
asustados. Lydia, bajo la atenta mirada de Melanie, coloca el retrato de su
difunto marido, de facciones semejantes a las de Mitch. Melanie propone a Mitch
que se quedará esa noche y Mitch asiente. La madre les observa salir de la
habitación y cuando se queda sola clava su mirada en el infinito, ensimismada;
sabe que el fin de su seguridad ha llegado...su hijo ya no será suyo.
Al día siguiente, Melanie, en camisón, junto a la cama, pinta sus labios frente al espejo. Más tarde, cuando Lydia regresa de la granja del señor Fawcett afectada por la visión de su cuerpo mutilado, Mitch y Melanie se acercan a ella y Lydia arremete furiosa contra ambos y se aleja. Los dos entran en la cocina, se abrazan y se besan. El miedo de Lydia de ser desplazada de su familia por otra mujer se ha hecho realidad mediante lo único que ella no puede dar a Mitch y Melanie. En la última secuencia, Melanie sufre el último ataque, el más feroz, y a punto está de sucumbir. Pero es salvada por Mitch y, desde ese instante, parece admitida por Lydia, que la acoge con amor maternal en sus brazos y se compadece de ella. Esa atmósfera de verdadero terror psicológico que ahoga y oprime se transmite al espectador. Hitchcock me demostró ser un maestro del suspense y de ese tipo de terror que juega con nuestros más hondos temores, creando ambientes inquietantes que permanecen y persisten en nuestro subconsciente durante mucho tiempo. La idea del guión era sencilla pero brillante: los pájaros, como si de repente hubieran cobrado conciencia de su propia existencia y de su supeditación al ser humano, comenzaban a rebelarse y a atacar a conciencia y con terrorífica saña. Lo más conseguido es la sensación de angustia, de sentirse perdido e impotente ante el poder de una naturaleza vengativa que se vuelve implacable, que actúa con un propósito concreto: destruir a la especie humana, que durante tantas eras y milenios ha agredido y humillado a esa misma naturaleza que le dio la vida. Uno experimenta esa claustrofobia de los protagonistas, parece que falta el aire y no hay donde escapar, ni donde esconderse. Vayan donde vayan, huyan adonde huyan, siempre persiste la amenaza; los pájaros siempre volverán a la carga, no olvidarán su propósito. El final es uno de los más conseguidos de toda la historia del cine de terror, un final abierto que nos deja tan anonadados. Nada se resuelve, nada se cierra. Impresionante. Todo eso se lo debo a la genialidad de Hitchcock.
![]() |
![]() |
El maestro del suspense quiso volver a dejar boquiabiertos a crítica y público con esta adaptación de la novela de Daphne du Maurier, de la cual sólo quedan resquicios en el título y la idea del ataque aviar contra la población civil. Tanto es así que dentro de la “crítica profesional” existen tanto defensores como detractores de esta película. Por mi parte la considero una de las mejores del director británico, no solamente por su eficacia narrativa, con su habitual ritmo de reloj suizo, sino sobre todo por sus numerosas reflexiones antropológicas, siempre ocultas bajo la sombra del misterio. El argumento, como el propio Alfred dijo en Cannes, no puede ser más simple: “...es la historia de una comunidad que sufre sin explicación los ataques cada vez más violentos de pájaros...”. Aún así el maestro preparó muchas claves en esa historia para inmortalizar la cinta. Personalmente recomiendo esta película a todo el que aún no la haya visto, ya que contiene elementos para todos los gustos: romance, comedia, drama, terror, intriga psicológica... Que cada uno saque sus propias conclusiones. Con todo, supone un gran interrogante dentro de la carrera de Hitchcock, y una pieza única en la historia de la imagen. Película como enigma: Se supone que es precursora de “El ángel exterminador”, en los guiones basados en una premisa inexplicada o inexplicable, que al constituir el motor de la narración, se vuelve obligatorio la asunción de la misma. Aquí ni los espectadores ni los protagonistas dejan de interrogarse sobre la situación enigmática sin respuesta, ya que la solución tiende a estar en su interior, más que en el exterior.
![]() |
Los pájaros son la clave, pero sólo mediante su relación con los humanos trasluce el simbolismo y la unidad narrativa. Cada manifestación o ataque de los pájaros está muy ligada a los conflictos emocionales de los personajes. Se ha hablado de que la relación aves/humanos se refleja en varios aspectos: uno es la frustración de los personajes; otro es el acercamiento de la protagonista al seno del nudo familiar. En cualquier caso, está claro que esa relación es efectiva a varios niveles. Desde que es atacada en el muelle por la primera gaviota, la llegada de Melanie Daniels ocasiona una transformación total de la comunidad rural. Incluso la acusan directamente de ser portadora de una maldición, aunque su inocencia la convierte, además de causante, en víctima de las desgracias. ¿Y cuál es su maldición? Aquí es donde hay mayor divergencia de opiniones. Desde mi punto de vista, deriva de su origen urbano, que choca frontalmente contra el estilo de vida rural. También creo que podría hacerse una analogía con el desarrollo de los medios de comunicación de masa y la llegada de la televisión, porque no olvidemos que Melanie es un personaje mediático. La familia: El cénit de violencia (física y emocional) no se alcanza hasta que Melanie entra de lleno en el sistema familiar. Desde la magnífica secuencia inicial, la creciente relación entre Mitch Brenner y Melanie está muy clara: ella necesita unos pájaros “full-grown males” y él unos “love birds”. De esa relación, los más perjudicados son Anne Hayworth y principalmente Lydia Brenner . La primera como eterna pretendiente para Mitch y la segunda como madre-esposa que teme a que la separación de Mitch pueda, en último término, dejarla sola. Ambos conflictos generan ataques aviares de creciente intensidad. Estos ataques no finalizan hasta que consiguen unirse y superar sus recelos iniciales personales y Melanie se integra en el núcleo familiar, en la celebérrima secuencia final.
![]() |
Una bandada de pájaros ataca a Tippi Hedren, ella no se deja picar ni un mísero ojo así que los pájaros, como es natural, vuelven a por más carne fresca entre los naturales de Bodega Bay. Luego, lo esperado, la gente está por un lado luchando por sobrevivir al ataque, por otro, se preguntan porqué los pájaros se han vuelto caníbales de la noche a la mañana y por último, qué se puede hacer contra un enemigo tan abstracto y desprovisto de significado como una bandada de aves. El terror a lo desconocido es un recurso con el que todos podemos identificarnos y aquí se utiliza con suma habilidad. No puedo ser objetivo al calificar este clásico del maestro Hitchcock, por la sencilla razón de que fue la primera película de terror que me asombró y me impactó hace ya más de cuarenta años; la he vuelto a ver tres o cuatro veces más, para convencerme de su valor como obra señera del género, y me sigue maravillando cómo se las apañó el maestro para rodar aquellas secuencias de ejércitos de pájaros que atacaban con furia despiadada, como si llevaran impresos en sus genes la orden de matar, en una época en que no existían ordenadores para conseguir efectos especiales de tal categoría. Puede objetarse que no se explique el porqué de aquéllas furibundas contiendas, pero esto suele suceder con casi todas las películas de terror, porque el terror es casi siempre una sensación primitiva, reñida con la lógica. Por lo demás, es la clásica trama donde se alternan el miedo y un relato de amor.
Claro que Hitchcock se muestra como un maestro del ritmo, del montaje y de la
luz...La película nos enseña unos personajes resignados y angustiados por la
falta de afectos, por los amores abruptamente acabados, por los cariños
posesivos...Y, claro, que los pájaros son la excusa y también el elemento de
unión que sirve para darle cuerpo a todo ese complejo entramado...Si nos fijamos
en su modo de actuar, podremos ver que hay eso y mucho más. Vemos un intento de
pasar la página de los juegos, y, quizá, empezar la de los hechos. Así se lo
dice a Mitch... Vemos también una mujer delicada y elegante, de luminosa
belleza, obligada a luchar ante la inesperada adversidad. Y, por supuesto, vemos
en Tippi Hedren en una actuación sugerente; frágil, decidida, espontánea,
graciosa... y de ASOMBROSA BELLEZA. Radiante...Es difícil escribir cosas
negativas de las películas del gran maestro Hitchcock, pero si encima se trata
de los Pájaros (una de las mejores), se me antoja imposible.
Hitchcock logra transportarnos a un clima de angustia y suspense sin igual,
mientras seguimos las desventuras de Tippi Henden y la familia de su novio,
intentando sobrevivir al ataque de los pájaros en un pueblecito costero. Las
secuencias con los pájaros son realmente insoportables y sufres con los
protagonistas. Y aquí es donde se demuestra lo que es un gran director, porque
evidentemente las posibilidades de aquellos años eran mucho menores que las que
se disponen en cuanto hoy en día. Así que no quiero pensar lo que conseguiría
Hitchcock si estuviese dirigiendo películas en la actualidad.
Ciertas escenas como los pájaros posados, silenciosos, en los columpios de la
escuela, Tippi refugiada de los ataques en la cabina de teléfono, o la escena
final han pasado a la posteridad.....Tienes que ver esta película al menos una
vez en tu vida.
![]() |
La escena de la escuela es parte de la antología del cine, y en ella se aglutinan las virtudes de planificación en el uso de la imagen y la banda sonora. Al llegar Melanie a la escuela el silencio se potencia fijando su densidad en la canción que los niños corean en el aula. Sigue la canción, ella sale al patio y se sienta, la vemos en plano frontal y observamos el columpio a su espalda para ubicar los dos elementos (protagonista y columpio); será la única vez que compartirán plano. El montaje alterna después planos levemente escorados donde solo vemos a la protagonista (rebusca en su bolso, fuma…) y otros donde vemos el columpio con el número de cuervos aumentando siguiendo el mecanismo de suspense Luego, ella mira hacia arriba y vemos un pájaro volando en solitario hasta posarse con el resto. Entonces comprobamos que el número de pájaros se ha multiplicado hasta llenar el columpio. La Hedren regresa al aula con un travelling de seguimiento para no robar continuidad a la sensación de peligro y avisa del riesgo. La canción cesa. El silencio absoluto se impone, con apenas las interrupciones monocordes de la voz de la maestra, con una clara finalidad: que sea el sonido a través de la fusión de los pasos de los niños y el aleteo de pájaros el que abra el paroxismo de la persecución. "Los pájaros" pertenecen a la etapa de madurez de Alfred Hitchcock, la misma que dió frutos tan magníficos como "Vértigo", "Marnie la ladrona" y "La ventana indiscreta". Mucho se ha hablado de esta película, de lo inusual y poco representativa en una filmografía como la del genio británico. De lo que quiso decir el director. De su final abierto. Hay que reconocer que "Los pájaros" es una de las obras más arriesgadas de Hitchcock, más allá del aspecto formal.
“Los pájaros” es por su realización y sus efectos especiales una de las películas más costosas, más minuciosas y más largas en su rodaje de toda la carrera de Hitchcock, que supo rodearse de excelentes profesionales. Además de su operador habitual, Robert Burks, el responsable de los efectos especiales fue Ub Iwerks, brillante artesano de los estudios Walt Disney, pero también Ray Berwick, domador de animales que se había hecho célebre en la serie de televisión sobre el perro Lassie. Cuatrocientos de los quinientos planos de la película fueron acompañados de efectos ópticos y la gran mayoría de los pájaros utilizados eran de verdad, la prueba realizada con pájaros mecánicos no había sido concluyente. La escena del granero en la que Tippi Hedren es atacada por los pájaros y que dura dos minutos una vez montada, exigió toda una semana de rodaje, con numerosas peripecias pues la actriz resultó herida, contaba la propia Tippi Hedren que tuvo una crisis de histeria cuando en la especie de jaula en la que se rodaba esa escena fue picada en la ceja por una gaviota. Se rumorea que por la época en la que rodó Los Pájaros, Hitchcock se había vuelto más taciturno y más corrosivo en sus opiniones, por lo tanto eso se nota también en su forma de filmar, y aquí se demuestra claramente. Estaba desengañado con las personas. Digamos que está rodando un ataque desde el aire al género humano. Muchas tomas hay en la película en que se ven muchos planos picados desde una considerable distancia, dirigiéndose hacia Bahía Bodega, lo cual muchos achacan a un ataque divino a la civilización decadente que él ve cada vez con más claridad. Por muchos considerado como la gran película de terror de la historia, Los pájaros consigue trascender como filme, convirtiéndose en un icono de la cinematografía. Es la maestría de Hitchcock la que consigue convertir una historia sencilla en una obra maestra a través de una tensión que constantemente va en aumento, con secuencias memorables, con ingenio para superar los medios limitados de la época y con un surrealismo narrativo sorprendente.
![]() |
Los pájaros es una obra de culto
en estado puro, y la mayor incógnita que se puede encontrar ante la reacción de
las aves...
Gracias Hitchcock por hacer esta película