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GEORGE CUKOR

 

 

 

 

 

 

 

CUATRO ÉPOCAS DE UN GENIO

 

 

Desde el primer momento en que me fijé en los nombres de los directores, en esos profesionales, padres de una película, el nombre de George Cukor enseguida pasó a mi lugar mágico, burbuja de admiración donde reservo a los seres que componen mi enardecimiento al arte, como: Joseph L. Mankiewicz, Elia Kazan, Bernardo Bertolucci, Alfred Hitchcock, Billy Wilder, Claude Chabrol, Francis Ford Coppola, Luchino Visconti y el mismísimo Franco Zeffirelli, solo que con George Cukor intuí gratamente una gran diferencia con el resto: daba a sus actrices campo para desplegar esos registros que me conmovían, las mimaba como si fueran sus amantes, las ensalzaba, o las destruía para luego elevarlas....¿Ejemplos?....No creo que haga falta darlos, en todas las películas que ha dirigido, si al comienzo no fueron primeras figuras, al finalizar lo eran totalmente, Cukor fué: "Un talento al servicio de las mejores actrices", esta frase es ya leyenda y un precursor del arte, mezclado con la belleza y la interpretación, fué como un padre protector de quienes formaron parte de su filmografía.

Cukor entró en Hollywood con el sonoro y salvó la carrera de algunos actores que podían ver cancelado su futuro cinematográfico por culpa de una inesperada exigencia: hablar. Cukor hizo trabajos con actrices en circunstancias decisivas. Cogió a Lana Turner en A LIFE OF HER OWN, cuando ya había aparecido otra rubia más prometedora, Marilyn Monroe, y Lana debía mitigar su monopolio artístico-corporal, dejando paso a toda una leyenda. Dirigió a Jane Fonda, en CONFIDENCIAS DE MUJER, después de que la actriz rescatara el contrato que le vinculaba a Joshua Logan. En las manos de George Cukor, Jane dejó de ser una niña bien parecida para convertirla en mujer frígida, un registro insólito que mas tarde recogería Roger Vadim para crear una variante del sex-symbol, con resultados de guiñol pueblerino. El encanto de un témpano glaciar como Katharine Hepburn debutó en la pantalla grande con Cukor, era el año1932, con el film DOBLE SACRIFICIO, filme que supuso el inicio de una sólida amistad entre ambos, colaborando en ocho películas. Fue Cukor quien la vistió de chico en LA GRAN AVENTURA DE SILVIA, y fue Katharine quien le impuso como director a la hora de rodar HISTORIAS DE FILADELFIA. En CRUCE DE DESTINOS, tuvo que vérselas con Ava Gardner, reconciliada con la Metro, que a parte de no soportar a Cukor por su refinamiento, puso sus condiciones, que era derecho a rechazar proyectos, rodajes fuera de los Estados Unidos para evitar el fisco. Su unión no fué precisamente bien calificada, el calibre liberal y exigente de Ava chocaba continuamente con el maestro, y el rodaje de CRUCE DE DESTINOS, a pesar de ser considerada obra esencial en la filmografía de Ava, fué para Cukor un autentico calvario.... Pero para paliar estos contrapuntos le debemos el poco metraje, que hoy se puede ver, de la película inacabada de Marilyn Monroe, SOMETHING´S GOT TO GIVE, donde jamás fué mejor fotografiada la actriz, mejor tratada y mas Marilyn que nunca, desprendiendo ese lienzo fresco que el maestro sacaba del interior de sus actrices que, era la femineidad, la ternura y la credibilidad...También quiero puntualizar el adiós de Greta Garbo en LA MUJER DE LAS DOS CARAS, interesante film, donde la divina seguía siendo divina, a pesar de algunos planos equivocados. Por el recuerdo de este film y sobre todo por CAMILLE-MARGARITA GAUTIER, y ser Cukor el mensajero de Hollywood cuando, en 1952, se quiso conseguir nuevamente a Greta Garbo para su regreso al cine, a pesar de muchas negociaciones, suplicas, del fabuloso contrato, no fue posible convencer a la actriz, pero nos queda en el recuerdo de todos los amantes al cine, de los cinéfilos del mundo MARGARITA GAUTIER, ahí George Cukor le regaló a Greta un papel que hizo sombra a sus antecesoras, nunca la divina estuvo mejor. Mas adelante escribiré largamente sobre esto, porque lo considero el mejor trabajo de la Garbo ..... Con LA MUJER DE LAS DOS CARAS, Cukor pensó tal vez que Greta se amoldaría a sus normas, pero patinó....Greta padeció su último sometimiento con la productora, soportando planos que, bajo mi punto de vista personal, parecían un castigo que la productora elaboró contra Greta. Así era Hollywood en aquellos años, mezcla de magia y glamour, pero con una carga de injusticias sin sentido.

 

LA MUJER DE LAS DOS CARAS

 

Si hay un film por el que sienta tristeza, mezclada con admiración y la atesore en mi lugar sagrado, ese espacio donde reservo los Films que me impactaron. HA NACIDO UNA ESTRELLA, es sin lugar a dudas uno de ellos. Este film de culto total es una especie de adiós de Judy Garland y un musical extraño y trágico sobre el deterioro que Hollywood ejerce en ocasiones sobre sus estrellas. El secreto aquí no tiene mayor misterio, Judy resplandece como la propia luz, acompañada de un soberbio James Mason, Cukor a las actrices les dejaba hacer y este fué el caso de HA NACIDO UNA ESTRELLA.. En CAMILLE, por ejemplo, Cukor pidió a la Garbo que atravesara lentamente un vestíbulo repleto de caballeros para que se recrearan en la belleza de la cortesana. La actriz hizo todo lo contrario, pasó muy deprisa porque, según ella, una atractiva cortesana, a diferencia de una prostituta, no necesita lucir sus encantos. Cukor fue lo suficientemente sabio y humilde para reconocerlo.

Cuando el maestro se topaba con una actriz de dudosas cualidades, la astucia de gato viejo iban por otro lado. El propio director había reconocido que Jean Harlow, en CENA A LAS OCHO, decía los diálogos sin entenderlos, y Cukor supo aprovechar la utopía de Jean Harlow, con resultados sorprendentes y fué sin duda la mejor película de Jean, jamás volvió a estar mas hermosa y creíble.

 

 

CENA A LAS OCHO

 

 

 Otros apellidos femeninos ligados a la obra del maestro son: Joan Crawford, con quien hizo desde millonarias egocéntricas a ladronas de maridos, pasando por una víctima de la cirugía estética, jamás Joan brilló tanto. Audrey Hepburn, a quien le regaló la voz de la anónima Marni Dixon para que no hiciera el ridículo en ese musical digno y magistral MY FAIR LADY, cantando sus temas. Rita Hayworth, a quien se la pidió prestada a la Columbia, donde estaba relegada a series B, y la remodeló a su estilo, haciendo que al protagonizar SUSAN AND GOD, fuese una actriz con absoluta seguridad o Joan Fontaine, a la que había llamado para Lo que él viento se llevó, que finalmente fué desechada del proyecto y con la que hizo MUJERES, una versión conyugal y maliciosa de Mujercitas.

 

 

MUJERCITAS

 

George Cukor encarna lo bueno y lo malo del sistema de los Estudios, llevado a la práctica a su manera, con su formula de lujo y maestría. Situó a Cukor en el punto justo en que un director no es autor, sino sabio, culto y profesional intérprete de un guión, analista de una historia que le entregan, de la cual extrae el máximo partido posible. En toda su filmografía no trabaja sobre la base de una misma idea, repetida y evolucionada película tras película, como ocurre en otros directores más acordes a la teoría del autor. Durante todos sus años tras la cámara, Cukor no mantuvo una línea conceptual fija, no profundizó sobre un tema en concreto, ni evolucionó a partir de una presunta obsesión personal. No era el Hitchcock de la culpa o el Welles con sus conotaciones hacia el poder, Cukor trabajaba guiones, maximizando los textos, extrayendo el máximo partido de sus actores, estilizando las historias en el marco de aquel Hollywood inolvidable. La década de los treinta dejó más que afianzadas las bases de lo que sería su cine. Visualmente no era un director con dotes privilegiadas. Él fue uno más de los que empezaron a dirigir los primeros films sonoros, sin preocuparse de acompañar el nuevo avance técnico del sonido con una evolución visual paralela. Sus películas eran puro teatro filmado y no únicamente por rehusar a utilizar la cámara como lo hicieron los maestros del cine mudo, sino por proceder del medio teatral, (empezó su carrera en Broadway) y asignársele adaptaciones teatrales de calidad. El oficio teatral de Cukor le reportaría muchas críticas, su nombre será sinónimo de director comercial, adaptador de obras de éxito, tachandole injustamente de ofrecer teatro enlatado.

Era un adaptador hábil, el problema es que en sus primeros films no hace el más mínimo esfuerzo por demostrar que el cine es algo más que teatro filmado. Tendría que ser ya a partir de 1932,  cuando empezará a pensar en soluciones técnicas específicamente cinematográficas para adaptar las obras teatrales con un mínimo de ritmo y riqueza visual. Utilizará para ello planos largos en los que los actores se mueven con libertad y la fotografía resaltando siempre la profundidad de campo. Su cine estaría habitado por gente bella, moderna, libre y adinerada. Pero no son películas de hombres y mujeres estupidos; los diálogos son inteligentes y los personajes tambien. Pero por encima de todo, Cukor es ante todo director de mujeres, definición que él detestaba profundamente, pero la realidad es que las actrices son las reinas de su obra, no son comparsas de los hombres, sino protagonistas totales, o como mínimo a la misma altura que los personajes masculinos. Las mujeres de Cukor, siempre magníficamente dirigidas, son modernas, inteligentes y apasionadamente románticas, soñadoras e incomprendidas por el resto de la sociedad que las rodea.... La mujer ideal de Cukor era tan atractiva y bella como inteligente y sensible. Trabajó con excelentes resultados finales con nombres de primera fila, donde sería practicamente imposible detallar a todas, aunque anteriormente hice mención a alguna de ellas. Pero de todas estas actrices, la que mejor se ajustaba al ideal de Cukor era sin duda Katharine Hepburn, ella era siempre su heroína independiente, romántica pero práctica. Kate realizó uno de sus mejores e inolvidables trabajos:

 HISTORIAS DE FILADELFIA.

 

 

SIEMPRE AL LADO DE KATE HEPBURN

 

 

Cuando David O. Selznick pasó a la Metro se lo llevó con él, iniciando así un fructífero periodo que comenzó con el film CENA A LAS OCHO, de esta forma se abrió su mejor etapa, siempre apoyado por Irving Thalberg, productor muy exigente, con el que realizó proyectos como DAVID COPPERFIELD, ROMEO Y JULIETA y CAMILLE, títulos que ayudaron a consolidar su prestigio. George Cukor fué el primer director elegido para dirigir LO QUE EL VIENTO SE LLEVO, de hecho O. Selznick le puso al mando en 1937 y pasó un año en labores de preproducción, incluso, llegó a rodar secuencias con Vivien Leigh y Olivia de Havilland, escenas que quedaron en el film. Pero al maestro le molestaron ciertos cambios de guión y al protagonista masculino Clark Gable le incomodaba la homosexualidad de Cukor, pues el director, aunque discreto, nunca ocultó su tendencia sexual. Gable años antes estuvo en su agenda, como otros muchos actores, a los que invitaba a su casa, por esta razón y ante la insistencia de su primer actor, el mismo Gable impuso como director a Víctor Fleming. Selznick cometió un enorme error al despedirle... Gable puso como pretexto que prefería a un hombre de su mismo talante para llevar a cabo el proyecto. La disimulada homofobia de Gable era un patrón con el que Cukor se enfrentaría a menudo en Hollywood, de hecho, el director contaba con gran cantidad de amigos gay entre los actores, directores y técnicos que lo visitaban con regularidad. En su casa, se celebraban grandes fiestas a las que estos acudían con asiduidad y como no tenia familia propia, la mansión estaba decorada con las fotos de los que él consideraba íntimos. De hecho, era fiel a sus amigos y amantes. como a los técnicos que intervenían en sus películas: Responsables de sonido, decoradores, directores artísticos, incluso maquilladores o responsables de vestuario, todos solían repetir con Cukor. Su venganza era que todo lo que tocaba, lo sofisticaba. Pero la razón que se dió a los medios de prensa sobre su destitución en LO QUE EL VIENTO SE LLEVO, se hizo publica, aduciendo que se debía única y exclusivamente a que no tenía capacidad para filmar las monumentales escenas panorámicas, con la espectacularidad requerida, ocultando así el miedo de que fueran descubiertos los orígenes de Clark Gable.

El año del estreno mundial de LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ, el director estrenó una película en el que no había ningún papel masculino. MUJERES estuvo protagonizada por Norma Shearer, Joan Crawford, Paulette Goddard y Rosalind Russell. No hubo ningún hombre en el reparto. Fue su particular venganza al despido... Durante los años siguientes, George Cukor llevó a cabo una serie de proyectos que confirmaron su prestigio como cineasta: TWO FACED WOMAN, último trabajo de la Garbo; HISTORIAL DE FILADELFIA, en la que repite con su musa y amiga Katharine Hepburn en una auténtica obra maestra; HER CARDBOARD LOVER, despedida de las pantallas de Norma Shearer, si bien ambas películas fueron un fracaso en la taquilla; LUZ QUE AGONIZA, con una magistral Ingrid Bergman, obtuvo su primer Oscar; y EL ABRAZO DE LA MUERTE, con Ronald Colman en un drama que hizo romper a Cukor con sus comedias. Aunque el sistema de Estudios iba decayendo, George Cukor siguió apoyándose en él para llevar a cabo una serie de buenos trabajos. La maestría del director no decaía, sino todo lo contrario, su nombre alcanzaba cuotas elevadas, y no había una sola actriz en Hollywood que no rezase para ser llamada y trabajar a sus ordenes, sea el film que fuera. Al comenzar los cincuenta, la década empieza con otra obra maestra, LA COSTILLA DE ADAN, en la que brillan como nunca Katharine Hepburn y Spencer Tracy. Cukor descubre en este momento a otra actriz con la que colaborará en varias ocasiones, Judy Holliday, haría tres películas consecutivas: NACIDA AYER, suponiéndole otro nuevo Oscar; DE LA MISMA CARNE; y LA RUBIA FENÓMENO, siendo las tres enormes éxitos de taquilla y encumbrando a Judy Holliday hacia lo mas alto.

 

NACIDA AYER

 

 

Ese mismo año, Cukor lleva a cabo el rodaje de un musical fuera de lo común, con Judy Garland, HA NACIDO UNA ESTRELLA, proyecto apartado mucho de la línea del cineasta y que hoy en día, está considerada una obra de enorme importancia en la Historia del Cine y en la carrera de Judy. Para mí este film reúne una serie de adjetivos que considero innecesario trascribirlos en este momento, basta con ver el film y sabrán comprender mis palabras.

 

 

HA NACIDO UNA ESTRELLA

 

 

A partir de HA NACIDO UNA ESTRELLA, Cukor dirigió una serie de films con gran fuerza dramática. Estas obras marcaron mas aún la cumbre de su carrera, y tuvieron por antecedentes a dramas anteriores. En 1956, Cukor dirige un melodrama sobre el fin del dominio británico en la India con Ava Gardner en el papel estelar, DESTINOS CRUZADOS, a pesar de los múltiples problemas entre actriz y director, está considerada película de culto exclusivo para cinéfilos exigentes. En su interior George Cukor comenzó a sentirse fuera de lugar en la Metro, puesto que nunca tuvo la inquietud de producir sus propios trabajos y el sistema de estudios hacía aguas. Pero aún así y con todos esos problemas y preocupaciones, tuvo tiempo de filmar LES GIRLS, con un brillantísimo Gene Kelly, en un juego de colores nada convencionales, y un vestuario digno del mismísimo Cecil Beaton. Fueron muchas las actrices que trabajaron bajo su batuta, pero para Cukor, su musa siempre fué sin la menor duda Katharine Hepburn, por la que sentía una admiración total y una amistad que duró largos años. Kate nunca estuvo mejor que en los films que rodó con el maestro.

 

LA COSTILLA DE ADAN

 

La homosexualidad de Cukor era un secreto a voces, aunque él nunca lo ocultó, era muy discreto. Pero se comentó que su vida sexual era muy activa y promiscua, pero jamás trascendió a la prensa, colectivo que el director entretenía con otras noticias y chismorreos, con el fin de apartarlos de su vida privada. Las fiestas de los domingos en su mansión de Hollywood eran famosas, a ellas acudía todo el que tenía un nombre, tanto homosexuales como heterosexuales. Al lado de la mansión había varios bungalows destinados a sus invitados mas íntimos, Khatharine Hepburn tenía el suyo siempre a su disposición. Muchas veces los biógrafos escriben con cierta libertad sobre sus personajes, Cukor no iba a ser la excepción, y todas estas noticias, aunque sean ciertas, gozan de cierta incredulidad en un porcentaje pequeño, y siempre es licito aceptar opiniones diversas, pero lo cierto es que George Cukor es uno de los directores mas valorados y reivindicados por el colectivo gay, que afirma que las películas del director no se pueden apreciar en su justa medida, si no se ven desde una perspectiva gay. Sobre este espinoso capitulo de su vida, la actriz er intima de Cukor: Khatharine Hepburn, dijo:

-" Era el hombre perfecto, el ideal de todas las mujeres. No existía una sola actriz en aquellos tiempos que no amara de una forma u otra a George, todas le buscábamos, era un honor tenerle cerca. Derrochaba ternura, amabilidad, ingenio y un cierto aire de amante, padre, o ese amigo que todas en sueños anhelábamos. Spencer y yo le adorábamos. Si tuviera que crear mi hombre, sin duda tendría los rasgos de él. Las habladurías que poblaban Hollywood nunca me interesaron, fueran ciertas o nó, con nosotros, y en especial conmigo, fué un excelente confidente, un amigo leal y un hombre íntegro-"   

 

Cukor se volvió el espíritu de la discreción, solo le preocupaban los comentarios que de él se hacían en la prensa, como por ejemplo decir que era un director capaz de acariciar a varias mujeres con la cámara al mismo tiempo, pero no de hacerles el amor, como era costumbre en otros muchos directores. Cukor, un hombre que no se acorbadaba de nada, empleó una sonada venganza contra el sistema, y lo sirvió como una sofisticada cena fría. Ese mismo año dirigió MUJERES, un film con un reparto de grandes actrices y ni un solo hombre entre ellas. MUJERES fue un enorme éxito de taquilla, con unas criticas magnificas, y grandes reseñas a todas las actrices que intervinieron, la película recaudó mucho dinero, y el nombre de George Cukor volvió a subir. Fué una forma elegante muy de su estilo y así el maestro hizo callar muchos chismes, y sobre todo olvidó por momentos la humillación de su antiguo amigo, ya jamás volvería a reunirse con Selznick, la jugada con MUJERES y su enorme éxito, aunque él lo denominó como suave escarnio, de un hombre a quién echaron a patadas del espectáculo más grande del mundo que sería LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ. George Cukor jamás lamía las botas de nadie, aunque éste fuera su mejor amigo..

 

M  U  J  E  R  E  S

 

Pero aunque era un hecho bien conocido que Cukor era homosexual, el director siempre vivió su vida con cierta libertad. Existe una biografía, bastante mal intencionada, en la que el autor puntualiza que la vida sexual de Cukor era tan activa como puede serlo una obsesión. Muchos de sus amantes eran ocasionales, o los encontraban siempre a su disposición, son nombres que harían palidecer la Historia del Cine. Por cierto y siempre según el autor de su biografía, hasta fue a la cárcel por practicar la sodomía en público. Solamente su íntimo Louis B. Mayer lo salvó de que aquello se hiciera conocido por el público, si no, habría hecho el amor sin nombre entre las ruinas de su carrera. Clark Gable dijo:

- "¿Que les dije? "-

Pero siempre persistirá el rumor de que Cukor no conoció a Gable por la Metro, sino en una casa "santa", solo para varones en San Francisco.

Las biografías autorizadas de figuras relatan sólo anécdotas amigables. La biografía de un personaje fallecido, es una biografía autorizada por otros medios, como son la de los amigos y enemigos que lo sobreviven. Los datos de la larga vida del difunto George Cukor, tienen en este libro una maliciosa tendencia a convertirse en chismes. La murmuración es, desde Herodoto, la reserva amoral de la historia. La biografía como lo demostró Plutarco, siempre paga tributo al dios del chisme. y así sabremos por qué esta biografía se lee con tanto morbo. Aquí es el arte de la fascinación, naturalmente, pero gran parte del atractivo que desprende, contra natura, es de una tierra; Hollywood. Como cualquiera de los trabajos del director, Vida doble, es divertida, aunque no hable de una vida doble, sino de la doble vida de un hombre obsesivo, que pudiera ser maníaco pero nunca depresivo. Tal vez por su homosexualidad su acercamiento al interior de la mujer tiene una mayor sensibilidad que en otros directores y dirigía con igual intensidad a hombres y mujeres sólo que éstas, normalmente, son el motor de la acción convirtiéndose en el punto básico sobre el que gira la trama y así sostiene el cimiento de la historia.

Siempre pensé y sigo pensando que los actores viven en otra galaxia muy diferente a la nuestra, adoptan papeles y los hacen suyos, adquieren sus vivencias y el verdadero profesional le cuesta desprenderse del personaje cuando termina su trabajo, algunos lo arrastran toda la vida, otros, los menos académicos los aparcan, pero no olvidan. En los directores la vivencia es mucho mas acentuada, es tremenda, mas completa, casi surrealista, porque ellos lo llevan todo en la mente, lo planifican de antemano, o lo crean día a día, acarician con la cámara y modelan al actor, son dos muestras de los pilares que sostienen el cine y esto solo es lo que a los amantes de este arte nos interesa, lo que ellos hagan bajo unas sábanas de seda y la compañía que elijan para alcanzar las cuotas de placer, sean de un sexo y otro, no tiene nada que ver con el cine. Siempre será digno de mi total respeto... Pero resulta curioso pensar que la mayoría de los grandes directores de la industria, los mejores, los mas admirados....!!Eran homosexuales!!.

 

 

 

NOTAS SOBRE GONE WITH THE WIND
 

Cuando Cukor rodaba las primeras escenas de LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ, no paraba de quejarse, solicitando continuamente un guión acabado. Acostumbrado a trabajar sobre textos completos, los trozos fragmentados que le iba dando Selznick no le servían. Pero lo cierto es que el productor no tenía nada más que ofrecerle. Siempre tratando de rizar el rizo, revisaba el guión sin parar, añadiendo y quitando. Otra cosa que molestaba sobremanera a Cukor era la injerencia continua de Susan Myrick, amiga de Margaret Mitchell, experta en acentos, y de Natalie Kalmus, esposa del dueño del Technicolor. Antes de dar por buena una toma, debía consultar con las ellas para ver si daban su aprobación y eso no lo soportaba.

Tras la primera semana de rodaje se incrementó la impaciencia de Selznick. Tras una profunda y ardua labor de preproducción, durante la cual se habían realizado miles de bocetos, en lo que en la práctica era un gran técnica inusual y limitada en la época, que llevó a su máxima expresión, por primera vez, Walt Disney, el productor no veía nada de lo que se había imaginado en los copiones diarios. Además, su gran estrella, Clark Gable, estaba a disgusto. No sabía como coger su papel, y la primera escena que había rodado con Cukor, la secuencia del baile, aptitud en la que no estaba tocado por la mano de los dioses, no ayudó a afianzar su seguridad. Además, dada las características de la historia, Cukor pasaba más tiempo con Vivien Leigh y Olivia DeHaviland, que con él. Si a todo esto añadimos que el director fuera un tipo demasiado refinado, culto y homosexual, no le colmaba de placer.

Por otro lado, Vivien y Olivia estaban encantadas. Cada tarde, acabado el rodaje, se reunían en casa del director, discutiendo la mejor forma de abordar determinadas escenas, trabajando los diálogos... Pero a Selznick le preocupaba Gable, y el que el actor tuviera el camerino más lujoso no le bastaba a la estrella para despejar su descontento. No es que el actor llegara a quejarse a Selznick, pero sí lo hacía cada vez que se pasaba por la MGM. Y siendo Mayer el suegro de David, los rumores acabaron llegando a sus oídos. Además, en el contrato de cesión de Gable había una cláusula según la cual la MGM declinaba toda responsabilidad si la estrella se negaba a actuar. Lo cual ponía a Selznick entre la espada y la pared.

El enfrentamiento entre Cukor y Selznick era inevitable. Durante el rodaje de la escena del parto de Melania el director y el productor, presente aquel día en el rodaje, se enfrentaron en la forma en que debía decir Butterfly McQueen una frase. Los roces continuaron, hasta que el 13 de febrero de 1939 David O. Selznick impuso nuevamente su criterio a la hora de abordar otra escena. Estaba claro que la visión del productor iba por un sendero distinto a la del director. Cukor quería centrarse en los personajes, sus relaciones, sus motivos, extraer la vida interior de cada uno y eso rebajaba el tono épico del film. Aunque David también se preocupaba por sus personajes y mucho, concebía el film como una epopeya. Y para Cukor estaba claro que no podía seguir cediendo en cada escena, o no sería su película. Los dos amigos decidieron, argumentando las clásicas "diferencias creativas", y Cukor abandonó el rodaje para alegría de Clark Gable y para agravio de las actrices principales. Aun así Vivien y Olivia seguirían consultando a Cukor durante todo el rodaje.

Corría, sin embargo, otra historia más perversa por Hollywood, un rumor acerca de la salida de Cukor de Lo que el viento se llevó. Se decía que fue Gable quien provocó la marcha del director homosexual, ya que Cukor poseía un secreto acerca de los comienzos de la estrella. Según dichos comentarios, el director estaba al corriente de una relación homosexual que el actor había mantenido con la vieja estrella del mudo William Haines. Siempre se dijo que por este motivo Gable odiaba a Cukor, y por eso su presión para que se marchara.

 

 

NOTAS SOBRE LA DAMA DE LAS CAMELIAS (CAMILLE).

 

Camille, fué dirigida por George Cukor y protagonizada por la actriz más famosa de la historia: Greta Garbo. La mayoría de los conocedores de la filmografía de "la divina", coinciden en señalar su actuación en “La Dama de las Camelias” como una de las mejores de la actriz. Estaba en su plena madurez de actriz y mujer, cuando en 1936 filmó “Camille”, mostrando un profundo conocimiento del arte de la actuación, como para que no ser ya posible repetir lo que dijo el crítico Lawrence, en comentar cientos de veces que nunca Greta Garbo estuvo mejor que en este film, añadiendo:

 “Ofrece una imagen combinada de una docena de nuestras más famosas estrellas y no es tanto una actriz como alguien dotado de individualidad y magnetismo”

Diez años más tarde seguiría conservando esa individualidad y un pleno conocimiento del espacio cinematográfico, al grado de no discutirle méritos, cuando la mencionaban como gran actriz. Resulta lógico suponer que la presencia de la Grabo no es la única razón o causa que hizo posible que “La Dama de las Camelias” sea una obra maestra, dentro de los melodramas románticos, en donde George Cukor, con todo y su reputación de director de mujeres y capacidad para manejar sentimientos y emociones como nadie en sus historias, fue uno de los factores que contribuyeron al enorme éxito de la película. Otro fue el moderado guión escrito por Zoe Akins, Frances Marion y James Milton, basados en la novela de Alejandro Dumas hijo, cuidando mucho los excesos, o la cursilería que era predominante en la mayoría de los films de la época. Los guionistas conservaron intacta la estructura de la historia del amor loco que vivieron Armando y Margarita Gauthier, esa forma apasionada y única, que hacían creíbles las hermosas escenas, con la plasticidad maestra al mas puro estilo Cukor...Una circunstancia muy favorable para que yo la considere una obra especial para cualquier cinéfilo y difícil de adjetivar, cuando la belleza se confunde con el arte y en enorme porcentaje es el logrado reparto, que incluía a un Robert Taylor en su mejor momento físico como galán, así como Lionel Barrymore, Henry Daniell, Laura Hope y Leonore Ulric, aunque hay que hacer un punto y aparte, reconociendo que la clave que hace memorable el film es la presencia de Greta Garbo, con su impecable actuación. Su Margarita hundida entre el amor y su mundo, entre la enfermedad y el dolor de ver llegar su fin, no solo marcan la historia, sino que elevan a Greta como ave surcando el cielo, soportando los mejores primeros planos que yo recuerdo. Greta no era solo una actriz, era muchisimo mas...si visionamos el film ahora, pasados los años, comprenderemos mejor que nunca, ese magnetismo único que poseía, al que se llegó a bautizar como "el magnetismo Garbo".

George Cukor contaba en una entrevista reproducida por John Bainbridge, en un libro biográfico sobre Greta Garbo:

 “Mientras filmábamos CAMILLE, Greta hablaba muy poco con Robert Taylor fuera de la ficción. Se mostraba cordial, pero distante con el actor. Tenía que forjarse la imagen de que él era el hombre ideal y debía imaginar que si comenzaba a frecuentarlo o fomentar una amistad, se encontraría finalmente frente a otro buen muchacho y nada más. Greta asumía así su personaje, era única. He trabajado con muchas actrices, algunas extraordinarias, inolvidables, pero difícil de encontrar una tan solo que uniese ficción con realidad, yo la tuve y se llamaba Greta Garbo".

Greta para trasmitir su gran amor al público, se envolvió en una cortina de ilusión, para no perder la imagen del amante ideal y podérsela proyectar a los espectadores, tal y como sucede, aún hoy día, cuando uno vuelve a deleitarse con este film, el estallido es brutal, vivimos con ella ese amor imposible, la seguimos por los salones, admiramos sus magistrales primeros planos, nos rendimos ante la galanura de Robert Taylor, y hasta notamos como el aire nocivo del final se acerca despiadado. En LA DAMA DE LAS CAMELIAS, de alguna manera el personaje de Margarita Gauthier, logra al ser interpretado por la Garbo, darnos la sensación de un ser vivo, que ama, sufre y muere, con una gran intensidad y pasión amorosa, porque de cierta forma es el propio arquetipo de la Greta Garbo real, la de carne y hueso, que encontró su unión simbiótica en Margarita Gauthier, convirtiéndose en una misma cosa, de allí la intensidad y perfección de su actuación, con que tiñe su trágica Margarita, la dimensión de una mujer que ama, sufre y muere, en el pequeño espacio de 108 minutos, que son el metraje del film, pero que sin embargo son suficientes para hacernos sentir el ensueño de que verdaderamente estuvimos ante una criatura viviente, cuyo recuerdo nunca se desvanece de nuestra mente, al grado de que cuando vi LA DAMA DE LAS CAMELIAS, que además era la primera vez que gozaba de una película de Greta Garbo, a finales de los años sesenta, cuando ella era toda una institución, una leyenda viviente la divina sueca, se me quedó fijada de manera vivida su primera escena, esa en que primero tenemos a Robert Taylor en la parte baja del hall del teatro y recargado sobre la barandilla, hace el movimiento para fijar su atención en alguien, situada en la parte superior, cambia el encuadre y a partir de un gran plano, se inicia un movimiento de cámara que culmina con el rostro de Greta Garbo, quedándome fija su imagen y a partir de ese momento, estuviera, al igual que Armando, prendado de esa mujer, en un enamoramiento a primera vista, no tanto de Margarita Gauthier, sino de la actriz, poniéndome a perseguir, en todos los cine-clubs de Madrid o en canales de televisión, donde se proyectase una cinta de ella y superar esa dichosa asignatura pendiente de conocer mas a fondo su filmografía. Aunque tenía un realizador fundamental para acrecentar su sensibilidad. Mi búsqueda dió su fruto y desde aquellos años hasta ahora mismo, he comprendido y admirado el transparente sentimiento del personaje, como se puede a una actriz moldear en manos de un profesional, en este caso: George Cukor.

Recupero un fragmento del comentario de la periodista Cecilia Ager publicado cuando se estrenó la película:

" La Garbo en Camille supera a la Dietrich en algo tan suave como una máscara fina, con los interesantes hoyuelos de sus mejillas y una voz que susurra el ‘si’ con una inflexión cada vez más elevada. La Garbo en Camilla tiene carácter, matices y, sorprendentemente, calor. Uno no la admira como Camille sino como ella misma. Al fin, es humana. Al final uno lo siete por ella, no gana la simpatía del público su sacrificio por su dignidad sino por ella misma. En Camille, la Garbo muestra sus potencialidades como gran actriz. No depende ya de una personalidad provocativa; en ella, cada matiz tiene su significado, los siente, son reales... y esto es todo un lujo ".

 

 

 

NOTAS SOBRE MY FAIR LADY

Este film definitivo del maestro Cukor suscitó en su época, y en posteriores mucha controversia, adorándola y odiándola a partes iguales. Cukor y el fotógrafo Cecil Beaton construyeron una deliciosa cinta llena de magia visual y sonora, con unas actuaciones realmente destacables, sobre todo del trío protagonista, inspirándose en la comedia de George Bernard Shaw, "Pigmalión", iniciadora de una corriente denominante del socialismo fabiano. Magnífica es la restauración de decorados diseñados casi en su totalidad por Beaton, con muchas aportaciones de Cukor, representando con la magia exclusiva de aquellos años, escenarios emblemáticos de la ciudad de Londres... Precisamente se inicia en uno de esos sitios legendarios de la ciudad inglesa, en concreto el mítico Covent Garden, donde nuestra protagonista, una deliciosa y siempre cautivadora Audrey Hepburn, interpretando el papel de Eliza Doolittle, una vendedora de flores, de carácter rudo y maneras aún más toscas, que se encuentra en una fría y lluviosa noche con nuestros otros dos protagonistas, saliendo de una ópera. Debo decir que este comienzo para mí es una antesala de lo que es My Fair Lady en su continuidad, la escena es todo un simbolismo fonético, elevado a la enésima potencia, por un Rex Harrison insuperable y una Audrey al servicio de la cámara como nunca se la retrató antes. Es un aviso de que su Eliza volaría tan alto como las columnas del mismo Covent Garden.

Así comienza el film... Un misógino y clasista profesor de fonética británico para quien el origen de la existencia de clases está en la pronunciación, prosodia y vocabulario de la lengua materna utilizada, el profesor Henry Higgins y un misántropo coronel del ejército británico, estudioso de las lenguas exóticas, coronel Pickerling, interpretado por el siempre eficaz Wilfrid Hyde-White, apalabran una curiosa apuesta que implicará de lleno a nuestra deliciosa protagonista y llevando la cinta en todo momento a situaciones y escenarios mágicos que permanecerán imborrables en la retina del recuerdo hasta que tristemente vemos como va terminando la proyección. Tiene inolvidables momentos como la asistencia y presentación en sociedad de Eliza en Ascott , o el baile en la embajada en honor de la reina de Transilvania,... pasando también y sobre todo por la maravillosa aportación de su padre, Alfred Doolitlle, increíble e inolvidable en su discurso sobre los prejuicios y ataduras de la mediana y alta burguesía respecto a los de su clase: los humildes.

Magistral film donde la mano de Cukor emerge como sutil pincel, trazando los rasgos mas bellos que yo he visto en una película, en un personaje femenino y en un musical. Es totalmente, una joya de incalculable valor cinematográfico.

Para mi es fácil cantar las numerosas virtudes de "My fair lady", porque es una película que me fascina, pero entiendo que lo más interesante de estos artículos es intentar dar razones para que los demás puedan disfrutar como nosotros con Films, actores o directores que amamos. Y viendo que esta película tuvo algunas críticas negativas, mayor motivo para defenderla. Cukor puso mucho de si mismo en ella, tanto en los diálogos, como en el cuidado de sus actores, en esas mujeres rudas del mercado, como las grandes damas de la sociedad inglesa, la mano del director está siempre presente y vuelvo a repetir que para mi es uno de los mejores logros de Cukor, sin olvidarme de sus otros grandes aportes a la cultura cinematográfica.

 El ingrediente fundamental de un musical son las canciones. Y, si en esto nos fijamos, "My fair lady" tiene, seguramente, el catálogo de melodías más inolvidable de todo el género. Citemos como ejemplos "Wouldn´t it be loverly?", "On the street where you live", "The rain in Spain", esta última candidata para la lista de las 100 mejores canciones del American Film Institute" o "I could have dance all night", elegida como la 17ª mejor canción por dicho Instituto. Además, el número musical "The rain in Spain" es, una de las cumbres del musical, que entronca con otros números ya míticos del genero como "That´s entertainment" y Melodías de Broadway 1955... Quisiera mencionar Gigi y su canción "La noche en que inventaron el champán", en cuanto supone el cambio de humor de algún personaje abatido, cansado o aburrido, que pasa, en breves momentos, a través de la música, a un estado de euforia y alegría contagiosa. Por otro lado, una de las críticas más frecuentes de los detractores de "My fair lady" es que es un musical empalagoso. Yo, no veo tal empalago por ningún lado. Para mí empalagosa es una película con continuas escenas de los protagonistas haciéndose arrumacos y dándose besitos. Pero esa posibilidad se desvanece con un protagonista tan sobrio como Rex Harrison y con un personaje como el suyo, que no reconoce su amor sino a regañadientes. Por tanto, "My fair lady" tiene un romanticismo creíble, mostrado en pequeños detalles como el momento en que antes de salir para la fiesta, el profesor Higgins, que no había hecho caso a Eliza, la agarra finalmente del brazo, arrancando la total felicidad de ésta. Podría hablar mucho mas de muchas más cuestiones como la dirección totalmente magistral de George Cukor, el sofisticado y glamuroso trabajo de Cecil Beaton, los sólidos secundarios encabezados por Stanley Holloway, pero simplemente pretendo ser justo y defender una película como ésta, film que, sin duda, está en la cima de aquel género inolvidable que fue el musical americano. Sobre este tema, las palabras de Cukor bastan por si solas:

-" Tenía en mis manos lo mejor de la industria, y aunque yo era mayor, me sentí como un niño que le regalan un juguete nuevo, que se siente féliz y mima cada secuencia como si fuera la primera vez que tenia una cámara delante. My Fair Lady es mi ojito derecho y espero que siempre esté ahí"-

 
Con MY FAIR LADY se hizo evidente una vez más que el director de títulos como HISTORIAS DE FILADELFIA, le interesaban más los personajes y las situaciones que las propias historias. Y eso que esta vez se trataba de llevar a la pantalla un libreto que adaptaba Pygmalion y que anteriormente fue un clamoroso éxito sobre los escenarios teatrales... pero afortunadamente el tiempo ha engrandecido este musical atípico. La película de George Cukor se presenta como una sustanciosa comedia que ilustra el poder terapéutico del lenguaje a la vez que da una elegante versión de Frankenstein en la que el lingüista Henry Higgins, se empeña en esculpir a una delicada criatura llamada Eliza Doolittle a partir de la vulgaridad de la calle. La metamorfosis que teje el profesor Henry Higgins sobre Eliza Doolittle es total. Cuesta trabajo pensar hoy en día que una mujer pueda llegar a dejarse moldear, si he de ser sincero, el machismo que se respira hasta la última escena es algo que me enfurece...: "eran otros tiempos", otras formas... entonces me concentro en lo que me interesa: estructura de guión, recursos, lenguaje cinematográfico, etc. La puesta en escena de la película es digna de mención Cecil Beaton, fotógrafo y mago del objetivo, supo crear y plasmar como nadie todas y cada una de las escenas de MY FAIR LADY.

No se puede olvidar el trabajo que realizó Stanley Holloway en el papel de Alfred P. Doolittle, el canallesco padre, un truhán acostumbrado a alimentarse del aire y a flotar entre la mugre, que reivindica con bastante gracia su derecho a la pereza.

My Fair Lady es todo un ejemplo de como una obra difícil, es traspasada al cine y convertirla en musical. Barrió aquel año con la entrega de los Oscars, con 11 nominaciones. Uno de ellos, y quizá el mas importante, "al mejor director", fué a las manos de un hombre maduro de 65 años, de aspecto sosegado, caballeresco, sensible y sofisticado llamado George Cukor.

   
 

 

El talento de Cukor siempre estuvo minado por su vida privada, por las fiestas en las que le gustaba reunir a lo mejor de Hollywood, y esas otras fiestas donde los rayos del alba rozaban los cuerpos desnudos alrededor de la piscina, cuerpos que en su mayoría pertenecían a actores de primera y segunda fila. Muchos de los contratos mas codiciados de la meca del cine se escribieron bajo los rayos de aquel sol californiano. Pero ni estos ni otros comentarios existentes sobre la dualidad y gustos del director pueden ensombrecer una filmografía que está llena de grandes títulos, bastaría con desenredar una brillante madeja de hilos de oro, para encontrarnos con autenticas obras maestras, todas dirigidas por un hombre tremendamente minucioso y explorador al máximo del interior humano, por ello tal vez se le conoce como "Un talento al servicio de las mejores". A parte de ser especial, Cukor siempre fue un director apreciado por la intelectualidad cinematográfica europea; entre otros, François Truffaut o Eric Rohmer, reconocieron en sus biografías que, su capacidad artística y creativa era incalculable. Ambos coincidían en su estilo única de tratar a la clase media.

 

 

 

LET´S MAKE LOVE

 

Quiero mencionar un dato interesante, En 1960, Cukor ve realizado uno de sus sueños: trabajar con Marilyn Monroe en "Let’s Make Love",  y la segunda ocasión que quiso tenerla a sus órdenes fue en el film inacabado de la actriz: Something’s Got to Give ". Las imágenes que nos quedan de aquel proyecto no realizado son las famosas escenas de Marilyn nadando precisamente en la propia piscina del director, ya que se utilizó su residencia como plató principal, como las otras que nos quedaron, junto a Cyd Charisse y Dean Martin, tomadas también en la residencia. Cukor tuvo que soportar mucha presión de la 20th Century Fox, que tras los retrasos de Cleopatra, veía sus arcas medio vacías y no estaba en disposición de alargar el rodaje por las continuas faltas al trabajo de Marilyn. Todo esto, unido a que meses después la actriz fué trágicamente asesinada, fué un duro golpe para el director.

 En Diciembre de 1983, Cukor concedió su última entrevista, un mes antes de morir...Se refirió así de aquel rodaje:

 

SOMETHING´S  GOT TO GIVE

 

-"Something’s Got to Give, no fué un campo de rosas, todos temíamos que de un momento a otro se cancelase el rodaje, como tristemente sucedió, pero quiero recordar los momentos satisfactorios que los actores me dejaron, sobre todo Marilyn, ya tuve la suerte de dirigirla en "Let’s Make Love", rodaje nada fácil también, pero con ella era como trabajar con algodón, como intentar coordinar la propia luz que radiaba su rostro, era una mujer muy débil, extremadamente sola, muy vulnerable... Hablé mucho con ella... Su vida no estaba encauzada por el buen camino, había demasiados políticos a su alrededor y no conseguía centrarse, pero existen unas secuencias maravillosas, donde Marilyn estuvo esplendida y fueron las que rodó con los dos niños y el cocker al borde de mi piscina. No creo que ese rostro haya pasado desapercibido a quien hemos buscado siempre la luz en nuestros actores. Ella lo tenía...Nunca la olvidaré.-"

 

 

AMOR ENTRE RUINAS

 

 

A partir del 1964, Cukor realiza una serie de películas que sufren altibajos de calidad y rentabilidad, de entre ellas, recuerdo: Justine, Viajes con mi tía, destacando la brillantez barroca de Amor entre ruinas, telefilme protagonizado por sus amigos Laurence Olivier y Katharine Hepburn; The corn is green, nuevamente con su amiga Kate Hepburn, El pájaro azul y Ricas y famosas, film este último con un claro sabor clásico interpretado por Jacqueline Bisset y Candice Bergen. George Cukor fue un director de enorme regularidad y nunca llegó a conocer la decadencia, estando en primera línea productiva y artística hasta que falleció. Ese momento se produjo a los 83 años, en su casa y rodeado de sus amigos. Como todos los genios fue un excéntrico hasta el final. La última sorpresa fué pedir ser enterrado junto a  Francis Howard Goldwyn, viuda de Samuel Goldwyn, de quien confesó ser un amor imposible, de ser la mujer que reunía todos los adjetivos que hacen que un hombre olvide sus orígenes, sus inclinaciones y hasta su nombre. Ni los amigos y familiares más allegados eran conocedores de este hecho, fué una sorpresa total. Todavía hoy sus biógrafos y sobre todo Patrick McGilligan, en su obra "George Cukor, una doble vida", ponen en duda la veracidad de su ultima voluntad, pero eso... ¿Quién lo puede afirmarlo?...

 

RICAS Y FAMOSAS

 

 

“No quiero ninguna clase de sermón funerario. Toda la música debe ser de naturaleza tradicional y no demasiada. Mi ataúd permanecerá cerrado en todo momento.”


El testamento de Cukor dejaba bien claro que no deseaba que su muerte se convirtiera en espectáculo. Aun así, después de la ceremonia algunos asistentes opinaron que su funeral habría necesitado un director o, como en algunas de sus películas, una cierta reescritura de guión. Nadie se encargó de avisar a los mas íntimos o a las amistades, o de dirigir la ceremonia... Una columnista de chismes escribió:


-"¿Dónde estaban las grandes estrellas a las que George Cukor dirigió a lo largo de los años cuando llegó la hora de su funeral? Ni una sola personalidad de Hollywood acudió a la ceremonia, y espero que muchos se sientan mal por no acompañarle, ya que la mayoría se divirtieron en su casa, y cada vez que preparaba una película, Cukor redactaba una lista de las personas a las que podía ayudar o trataba de encontrarles algún pequeño papel secundario que pudieran interpretar. Su campaña incluía la defensa de los guionistas que no tenían la suficiente cantidad de apariciones en los títulos de crédito para ser admitidos en el Hogar del Cine. Llamaba telefónicamente a los infortunados y a los que estaban solos. Cukor siempre asistía a los funerales u homenajes, siendo una de las personas que escribió más elegías para tales momentos "-.

Una de las últimas personas que trabajó con él fue un guionista que pasó unas quinientas horas desarrollando un guión sobre Victoria Woodhull, activista del amor libre de principios del siglo XIX y que fué la primera mujer en hacer campaña para conseguir el cargo de presidente de Estados Unidos, exactamente un siglo antes de Hillary Clinton. Parte de sus conversaciones en sus últimos años de vida no giraba sobre el trabajo. Por lo menos, la mitad eran en torno al sexo, recordaba este guionista, y aunque el director se negaba a hablar de su vida sexual sin importar lo mucho que se lo pidieran, era insaciable por oír todo sobre los demás. En términos de vocabulario las dos palabras que más le gustaba emplear eran distinguido y característico. Cada tres o cuatro frases había algo que era distinguido o característico, lo cual quería decir, limpio o elevado, pero al mismo tiempo la palabra que utilizaba con diferencia por encima de cualquier otra era puta. Su lenguaje era explícito y obsceno, y eso era perdonable en un director de actrices porque era homosexual, pues no hay palabra que las mujeres mas detesten que puta. Cukor la tenía constantemente en la boca; y a veces ni tan siquiera la usaba de forma despectiva. Era la palabra más común de su vocabulario. OH, no es más que una puta, está hecha una puta, puta estúpida o puta alocada… La utilizaba igual que cierta gente abusa de otras palabras mas comunes.


Sólo dos semanas antes de su muerte, llamó al estudiante que le cuidaba. Cukor cogió un joyero del que sacó un estuche para gafas hecho de seda china bastante gastada. El director le enseñó una nota mecanografiada en la que se indicaba que ese estuche contenía el último par de gafas llevado por Somerset Maugham, y las últimas palabras que Maugham escribió en su vida. Puso en las manos del estudiante el estuche, para que leyera en la tapa interior esas palabras. Casi imposibles de descifrar: "Frère Mumck". Cuando Cukor escuchó la inevitable pregunta sobre que significaba, se limitó a mirarle y sonreír, con una sonrisa estilo Mona Lisa.


Somerset Maugham, que nunca fue muy aficionado al cine pero si gran amigo de Cukor, en una ocasión contestó a una pregunta sobre qué pondría en la lápida de su amigo. Se dice que Maugham se lo pensó durante un par de segundos y acabó respondiendo:

-" Era un humanista declarado o aquí yace una persona que tenía un especial sentido del humor."-

Me resulta fascinante el sentido del humor de Cukor, es de todo punto único y personal, no podía ser de otro modo viniendo de un hombre que traspasaba sus sentimientos, enfundados en los rostros de las actrices mas famosas del cine que moldeó con sus manos, Creo que de haberle conocido personalmente me sentiría en estos momentos, en que doy punto final a mi homenaje, un ser tremendamente afortunado.

 

 

SU RESIDENCIA EN HOLLYWOOD

 

 

 

Termino con una de sus frases:

 

  -"Lo que estamos haciendo es innovador. ¿No es bonito hacer películas sobre personas?"-.

 

 Estas escuetas y significativas palabras fueron dichas en el rodaje del que sería su último trabajo: "Ricas y famosas", en este film asistimos al proceso de crecimiento mas que personal, intelectual y afectivo de ambos personajes de mujer, contado en la línea habitual de Cukor, incuestionable y profundo conocedor del alma humana, dotado de una grandisima sensibilidad, para captar los detalles y resaltar como siempre su brillante oficio de dirección de actores.

"Ricas y famosas" es una película sin baches, un ejercicio intimista que confirma que, si hay talento, la edad no importa a la hora de dirigir películas: Cukor tenía ya 82 años cuando se puso detrás de la cámara para sacar lo mejor de la pareja Bisset-Bergen y logró su canto del cine con categoría. Ver esta película ahora me ha servido para dar a conocer a un hombre irrepetible, gran creador, inmenso analista, sensible y amante de la amistad por encima de todo. A mi, Cukor me ha enseñado mucho, pero lo mas importante ha sido que contemplando cualquiera de sus trabajos, llegué a asimilar profundamente el concepto y la técnica del cine...y en definitiva de la vida.

Esas son cosas por las que le estaré eternamente agradecido... Tuve a lo largo de mi vida muchos maestros, conocí a varias personalidades, nombres que están siempre conmigo, algunos dentro de mi corazón. Por eso a George Cukor le comprendo mejor, es transparente para mis ojos... nos parecemos tanto.

!! GRACIAS MAESTRO !!

 
 

Premios:

                                            
                                                
1934

 Nominación a los Oscar y nominado a la Copa Mussolini en el Festival Internacional de Cine de Venecia por Las cuatro Hermanitas.                     

1935

 Nominado a  la Copa Mussolini en el Festival Internacional de Cine de Venecia por David Coperfield.
                        
1941

Nominación a los Oscar por Historias de Filadelfia.
                                    
1948

Nominación a los Oscar por Doble vida.
                                       
1951

Nominaciones a los Oscars y al León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia por Nacida ayer.
                        
1953

 Nominación en los premios que concede el Gremio de Directores de América por La impetuosa.                              

1958

 Nominado en los premios que concede el Gremio de Directores de América por Las Girls.
                           
1962

 Nominación al Oso de Oro del Festival Internacional de Cine de Berlín por Viento salvaje.                              

1966

Por My Fair Lady obtuvo el Oscar, el BAFTA y el premio del Gremio de directores de América (premio que compartió con David Hall, su asistente de dirección).               

1975

 Ganó el Emmy al mejor director en Programa Especial drama o Comedia por Love Among the Ruins. Además, por este trabajo, ganó un premio especial otorgado por la Asociación de Críticos cinematográficos de Los Ángeles.