ESPERO VUESTRA

OPINIÓN

 

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CASABLANCA

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué se puede decir de Casablanca que no se haya dicho ya? Fue un éxito en su época y aún hoy continúa considerándose una de las mejores películas de la historia del cine. Su leyenda perdurará eternamente, porque el tiempo no pasa por ella. Al igual que no pasa para los amantes, como dice la famosa canción que un día cambió mi vida “As time goes by” ,una maravilla de tema musical que nos lleva del presente al pasado, para traernos de nuevo al presente, ahogándonos en aquel whisky de la nostalgia. Una historia de amor mágica y eterna. Con dos protagonistas,  Ingrid Bergman y Bogart, brillantes. Desde la primera escena en que aparecen juntos, todos sabemos que lo suyo, a pesar de los años, sigue vivo. Que por mucho que lo nieguen, los rescoldos de la pasada pasión, han vuelto a avivarse. La leña vuelve a arder. Casablanca. La película de una historia de amor perdido, reencontrado y destinado a perderse otra vez. Casablanca. El mito hecho cine. Una película magnífica. Una película inmortal. Casablanca es la película....no me cansaré de verla. Ni me cansaré de escuchar “la vieja canción”, si ella ha podido resistir.... yo también.

 

 


Diez años estuvo el libro junto a Lo que el viento se llevó... mi padre me los enseñó y desde ese día, comenzó mi andanza por el mundo del cine... eran las joyas de mi padre, las había leído ni se sabe las veces, y me pedía una y otra vez que no dejara de leerlas, hasta que llegaran al cine. Yo como buen hijo, pues, era lo rebelde que pueda ser uno a esos años y una y otra vez le decía “Ya las veré”, ante la frustración de mi padre. Yo veía imágenes de Humphrey que por aquel entonces no entendía como un tío con pinta de gañan, y con esa facha, fuera de galán insolente, podía enamorar a una mujer tan bella como la Bergman...al cabo de los años, y cuando ambos films se estrenaron en Madrid, comprendí perfectamente la sabiduría de mi progenitor.. Pasaron los años y después de ver, varías películas del actor, una vez pasado el tiempo juvenil, estaba aburrido por casa y vi el libro...!aquellos manuscritos, comprados en la Cuesta del Moyano!.. y me decía, lo decidí,  sin pensármelo, que había llegado la hora, después de tantos años, de ir a ver Casablanca. Quedé atrapado desde el minuto uno, asistí sin habla a la proyección de sin duda, por lo menos para mí, una de las mejores películas de todos los tiempos. ¿Qué me gustó? No me gusta entonces emplear términos cinéfilos,  pues generalmente son pretenciosos y muchas veces inadecuados, pero tengo que usar para lo que sentí, pues fue un sentimiento, una palabra cinéfila, me gustó la Atmósfera. Ese vaivén de los personajes, la melancólica música, la apropiada fotografía en blanco y negro, la expresividad de cada uno de los actores, la parsimonia de la acción, que no es sinónimo de lentitud, las miradas intercambiadas que lo decían todo, la increíble escena final, todo, todo, todo... Me encanto el desamor tremendo que emana la película, la eterna soledad del protagonista, los diálogos para mi sublimes, me encanto todo lo que significa Casablanca, y entendí al pobre de mi padre, que si pudiera verme la cara sonreiría satisfecho pues no necesitaba preguntarme, sabía que me había encantado este peliculón. Así es como el más escéptico de los espectadores, como me describió en una crítica un amigo de esta página, me enamoré de Casablanca. Ahora la he visto tres cuatro veces, y es una película que tiene el mérito de relajarme, de disfrutar, de pensar que la amistad existe incluso en los peores momentos, y que por amor se hace cualquier cosa, incluso arriesgar tu propia vida, pese a no poder ser correspondido.

 

 

 



 

Increíble película, de las mejores de la historia.

 

 

 

 

 

La considero una de las mejores de la historia del cine... Como esto es una crítica personal, comprendo que haya gente que no tenga la misma opinión, porque el cine tiene tantas concepciones como personas que disfrutan de él. Para mi Casablanca es la película gracias a la cual me introduje en el cine clásico; la primera que la vi, desde entonces no he presenciado vista nada mejor, salvo expeciones, sin duda alguna. La acidez de los diálogos, sobre todo cada una de las palabras que salen de la boca de Rick, son impresionantes. Nunca se ha visto un personaje tan irónico en la pantalla; su sarcasmo es abrumador. La química entre los actores, es increíble.  ¿Cómo actuaríamos nosotros en el lugar de los protagonistas si viviéramos la misma situación? La cara y la mueca de Rick cuando ve a Ilsa por primera vez en su bar, es fantasmal. Magistrales actuaciones de todos los personajes. El ambiente del bar, inmejorable. En cuanto al guión, puede que fuera improvisado, pero tal vez ahi resida su grandeza; nunca una película dejo tantas frases y situaciones para la posteridad: Tengo amigos que las conocen sin saber que esas joyas nacieron de la mano Rick Blaine y compañía. Y el final es exactamente el que tiene que ser para que la película sea perfecta: o es que la gente espera un final como el de las cientos de comedias románticas que se hacen hoy en día?.... es un final perfecto, no existe, ni existirá otro que nos deje con saber mas, simplemente es como debe terminar este clásico del romanticismo. Cuando Rick dice a Ilsa: «Tienes que subir a ese avión con Victor, que es a quien perteneces», los espectadores se conmueven profundamente ante el heroísmo y la abnegación de quienes renuncian a su amor por un bien mayor. Este mensaje no ha perdido un ápice de su fuerza con el paso del tiempo. El público de hoy se puede sentir transportado a un mundo pasado mejor, aunque ficticio, donde la felicidad personal no parece prevalecer tan fácilmente sobre la causa común, y disfruta aún más al identificarse con los personajes gracias a la química de los actores en la pantalla.

 

 

 

 

 

 

 

 

Se llegó a afirmar que el actor Ronald Reagan había sido elegido para interpretar el papel de Rick Blaine. Este rumor nació temprano, durante una de las exhibiciones que el estudio otorgó a la prensa cuando el filme estaba aún en desarrollo, pero para ese momento el estudio ya sabía que Reagan estaba comprometido con la Fuerza aérea de los Estados Unidos. Otro de los rumores famosos sobre la película es aquel que afirma que los actores no supieron hasta el último día de filmación cómo terminaría la historia. De hecho, la obra original terminaba con Rick enviando a Ilsa y a Víctor hacia el aeropuerto. Durante la adaptación del guión se discutió la opción de hacer morir a Laszlo en Casablanca, lo que hubiera permitido que Rick e Ilsa volara juntos, pero como Casey Robinson le escribió a Hal Wallis al inicio de la filmación, el final de la historia «está hecho para que haya un giro oportuno en el momento en que Rick la envíe en el avión con Víctor. Entonces así,  está resolviendo el triángulo amoroso. Está forzando a la chica a estar a la altura del idealismo de su naturaleza, obligándola a cargar con el peso de un trabajo que en estos días es más importante que el amor entre dos personas insignificantes...7 Hubiera sido ciertamente imposible presentar una Ilsa que dejara a Laszlo por Rick, pues el código estadounidense de producción cinematográfica de 1930 prohibía exhibir a una mujer dejando a su marido por otro hombre. La disputa como tal no era, pues, sobre si Ilsa se iría con Laszlo, sino sobre cómo esta solución podía ser presentada en el guión. Así que es posible que el rumor se propagase a partir de una afirmación de Ingrid Bergman en la que dijo que ella no sabía de qué hombre tenía que enamorarse. Sin embargo, y puesto que el guión se reescribe a lo largo de todo el rodaje, la revisión de Aljean Harmetz concluye que muchas de las escenas clave habían sido ya filmadas cuando Bergman hizo el comentario, y que sabía cómo terminaba el filme:  la confusión fue, en todo caso, «emocional»

 

 

El personaje principal luchó en el lado republicano en la Guerra Civil Española pero en el primer doblaje de España esta referencia se suprimió debido a la dictadura de Franco, ya que el estreno fue en 1946. Igual pasa con la referencia al combate en Abisinia contra las tropas fascistas. En doblajes posteriores ya se hizo mención a la actividad de Rick con la II República y con Abisinia. A este respecto, existen tres diferentes doblajes de la película al español: el original, otro de 1966 y otro de 1983. El doblaje más conocido está lleno de errores de traducción y provoca, entre otras cosas, que se pierda la frase «Here's looking at you, kid», que como ya se mencionó sería considerada a la postre como una de las mejores de la historia del cine. Una de las premisas ineludibles que, a mi entender, debe cumplir a rajatabla cualquier película merecedora, es que pueda revisarse con cierta periodicidad sin perder un ápice de personalidad. Eso, lo denominamos magia. Y, para mi, “Casablanca” la tiene a espuertas. Tal vez por ser un mitómano confeso, tal vez porque me dejo seducir con facilidad... . el caso es que la película de Curtiz es de aquellas que me quita el aliento, que me hace soñar y que me transporta a un escenario tan legendario y embriagador como la mismísima corte del Rey Arturo para experimentar como si fuera en carne propia una amarga historia de amor con guarnición bélica incluida. ¿Exagerado? ¿ridículo?. Más de uno esbozará un cínico retozo o gemirá compulsivamente como una hiena... Prefiero regocijarme revolcándome viendo “Casablanca”. El affaire entre Rick e Ilsa nunca dejará de ser grande por mucha inverosimilitud o topismo que se le adjudique. “Casablanca” es excepcional y precisamente por la esencia ecuménica de su ADN. Vaya, que es tan universal, popular y tremenda como una buena paella. En lo que respecta a hábitos conductuales, probablemente ninguno de nosotros actuaría como lo hace Rick.

 

 

 


 

 

 

Casablanca. ¿Cuando fue la primera vez que llegó a mis oídos que era la mejor película jamás hecha? Era un niño y amaba el cine. El cine de fin de semana rodeado de amigos y aquel inolvidable cine en blanco y negro que ponían en televisión. Tantas películas, tantas sensaciones. Y llegó una tarde-noche cualquiera al viejo televisor aquella película llamada Casablanca. Y yo me agazapé en el sofá con los ojos como platos, esperando ansioso a que empezara. Pero Casablanca echó a rodar y me atrapó, me emocionó....Pasaron los años y la fama de Casablanca lejos de difuminarse crecía y tras esquivar un segundo visionado un día decidí verla de nuevo y esta vez la sensación que me provocó fue diferente. La noté hermosa y melancólica. Pero hubo un tiempo en que los vaivenes de la vida me cambiaron... y me fui a olvidar a un lugar lejano. En aquel estado una noche hice parada en Casablanca y quise emborracharme con Rick en las mesas de su Café mientras lloraba. Y entre un vaso de whisky y un cigarro marchito Casablanca penetró en mis ojos tal vez porque la verdadera belleza sólo se ve cuando esta ha decidido abandonarte y seguir su camino. Por eso aquella noche Ilsa estaba tan bella mientras la tentación recorría su latido indeciso. Nunca más volví a ver Casablanca pues ahora sé que sólo puede ser mágica cuando se siente a través de los ojos de Rick y eso lejos de resultar sencillo sólo puede además sucederte una vez.

Se rodó en exteriores del Metropolitan Airport y del Van Nuys Airport (LA) y en los Warner Studios (Burbank, CA), donde se construyó un gran plató al aire libre, de calles, establecimientos, rótulos, etc. La filmación comenzó el 25 de mayo y terminó el 3 de agosto de 1941. Dispuso de un presupuesto de 1 M dólares. Nominado a 8 Oscar, ganó 3 ...película, director y guión adaptado. Producido por Hal B. Wallis para la Warner, se estrenó el 26-XI-1942 (EEUU), 19 días después de la liberación de la ciudad por los aliados.

 

 

 

La película combina intriga, propaganda antinazi, exaltación patriótica, referencias éticas y comedia, sobre una historia de amor triangular de final incierto. Ilsa conoció a Rick después de casarse con Laszlo, al que creía muerto. Su encuentro imprevisto en Casablanca, 18 meses después de la separación, abre en ambos viejas heridas, hace renacer el amor, sume a Ilsa en un mar de dudas y vacilaciones y hace que Rick recupere la ilusión. En aras de intereses superiores circustanciales, dudan entre imponer su amor o renunciar a él. El marco de la IIGM hace que las historias de la trama principal y de las adicionales tengan trayectorias inciertas. La complejidad de los personajes, las tempestuosas circunstancias que los rodean y la volatilidad de las mismas, enmarcan la narración en una atmósfera absorbente de provisionalidad. La música, de Max Steiner, aporta una partitura rotunda y vibrante, de aires dramáticos y románticos, que evoca algunas de las canciones que jalonan el film. Añade la canción "As Time Goes By" (1931) y otras. La fotografía crea composiciones de gran belleza, magnífica iluminación y movimientos de cámara excelentes. Acaricia el rostro de Ilsa con emocionantes sostenidos. El guión define bien a los personajes, crea unos diálogos fluidos y contundentes y consigue aunar trama y subtrama en un combinado potente. La interpretación de protagonistas y secundarios, elocuente y convincente, suma equilibrio y brillantez..Victor Laszlo (Paul Henreid) es un carismático líder checo de la Resistencia, que sacrifica su interés personal en favor de la lucha por la libertad. El capitán Louis Renault (Claude Rains), jefe de la policía francesa de la ciudad, es oportunista, corrupto, ambiguo y bisexual. Ferrari (Sydney Greenstreet) es propietario de un club de noche y líder del crimen organizado de la localidad. Guillermo Ugarte (Peter Lorre) es tramposo, estafador, ladrón y asesino. Sam (Doodley Wilson) es el pianista y "crooner" de Rick en Paris y Casablanca. El final, ambiguo, provisional y más abierto de lo que parece a primera vista, deja las cosas entre interrogantes, con un toque insuperable de emoción contenida. Es la primera vez que escribo sobre la película en esta página. No será la última. El guión, supuestamente uno de los mejores de la Historia. Un guión que desaprovecha el personaje de Laszlo, el héroe de Casablanca, que queda vergonzantemente en un segundo plano sin que nadie tenga idea de por qué. La respuesta, supongo, reside en que el libreto se iba escribiendo a medida que la película avanzaba, realizado a la vez por tres guionistas distintos. Un buen guión.. Como resultado, Bogara interpreta tres o cuatro Rick Blaines distintos. No se trata de la actuación en sí, sino más bien de los giros absurdos que los guionistas marcan con su personaje, un protagonista que va perdiendo la esencia a medida que la película avanza. A ratos comedido, otros exagerado, por momentos melancólico... es decir, un personaje inventado sobre la marcha, un monigote carente de alma. Y por si fuera poco, todos los secundarios están estereotipados a más no poder. Sentenciar que las interpretaciones son excelentes, es mejor es dejarse de ironías y no sacar  frases..... Basta con darle al play y escucharla en versión original. Como hablamos de Casablanca, no me sirve que no te fijes bien en las expresiones de Bogart y Bergman, la mayoría de las veces al tono que imprimen a su voz varia.... Aquí voy a ser inflexible. Ya no hablamos de la subjetividad del Cine, hablamos de que las posturas faciales en muchos diálogos de la película nada tienen que ver con las declamaciones dramáticas del momento. La cara dice una cosa, la voz insinúa otra.  Sólo tienes que fijarte en este crack de film, y observaras su grandeza a pesar de todo.



 

 

 

Opinar de manera tan contundente que los diálogos son oro puro es tan sólo un exceso más de los fanáticos de esta obra. Por cada frase mítica de esta película  hay doscientas más de las que ni te acuerdas. Entonces la pregunta sería... ¿qué película famosa no posee citas inolvidables?....!nadie es perfecto!...Michael Curtiz, un director plano aunque eficiente, nunca ha destacado en sus más de cincuenta películas por tomar las riendas del proyecto e imprimirle un sello particular. Con limitarse a visionar la filmografía de sus contemporáneos y no cometer errores, había ya suficiente para el cheque del siguiente trabajo. Lo que me inquieta es que de Casablanca se pase siempre por alto la maqueta de la avioneta y colocar dos señores bajitos para crear sensación de profundidad. La secuencia habla por si sola y resume vivamente el proceso de fabricación del film: los guiones improvisados y las interpretaciones  En fin, la mejor película de la Historia del Cine. Con el argumento se nos llena la boca de babas con esta obra y como brindis al amor eterno o afirmando que es de por sí, una muestra brutal al desamor. A los primeros les diría que el amor jamás trasciende a la vida. Se ama a quien se ve, se toca, se escucha. Lo otro son distintos tipos de sentimiento, y en algunas ocasiones, nada nobles. A los segundos, y ciñéndome a lo que la película me ofrece, les diría que el único desamor se lo lleva la Bergman hacia París, pues nuestro amigo Rick prefiere continuar gestionando su laureado Café y emborracharse con el abstemio pianista. No lo veo como un perdedor. Muchos espectadores se identifican con Rick porque sienten que han perdido algo en un momento de sus vidas. Siempre me ha hecho gracia que se identifiquen con el personaje, y no con la idea, como si se achacasen los sucesos de uno más a la mala suerte que a los actos propios. Rick prefiere el recuerdo a la convivencia, lo que convierte a Casablanca en la obra filosófica por excelencia.


 

Pocas son las películas que pueden aguantar el paso del tiempo como lo hace Casablanca. Pocos son actores que pueden encarnar al personaje de Rick como lo hace Bogart. A pocos les queda tan bien una gabardina. Pocas actrices pueden odiar tanto a su compañero de rodaje y besarlo como lo hace la Bergman. Pocas son las canciones que han sido silbadas y cantadas como “As time goes by” .Ninguna película, ha conseguido tener un guión tan redondo como el que tiene Casablanca…La película es cine puro. Es magia. Nunca me cansaré de ver esta película donde están juntas todas las miserias y todas las verdades del género humano. Pocas veces un rodaje tan caótico, tenso, improvisado y lleno de dudas ha cristalizado en una de las obras maestras más incontestables y reconocidas de la historia del cine. Melodrama romántico por excelencia, es una de las cimas culminantes salidas de la fabrica de sueños del Hollywood dorado. Expresión máxima del “studio system”, se ha convertido en un icono de la mítica de nuestra cultura, y de la del cine en particular, y en una referencia de obligada visión para todos aquellos que son capaces de sentirse vivos y de emocionarse con las imágenes que surgen de una pantalla. Un guión milagrosamente bien construido, con diálogos, frases y replicas memorables, que son historia, y con un preciso y magistral dibujo de personajes se convierte -junto a una extraordinaria puesta en escena- en la sólida base en la que se sustenta esta obra cumbre del séptimo arte. El Rick endurecido y desencantado, pero profundamente idealista, de un H. Bogart memorable -en el papel más carismático de su carrera- y la Ilsa llena de sensibilidad de una maravillosa y bellísima I. Bergman protagonizan una de las más bellas, apasionantes y románticas historias de amor que guarda el celuloide en sus más de 100 años de historia. Una ilustre galería de actores irrepetibles, que dan lo mejor de si mismos, con especial mención para, el cínico Renault de un impagable C. Rains, el entrañable Sam de D. Wilson y el Ferrari del gran S. Greenstreet, y la magnifica e inmortal adaptación que hizo M. Steiner del tema compuesto para piano por H. Hupfeld, “As time goes by”, con la brillante dirección de un veterano “artesano” como M. Curtiz, convirtieron a “Casablanca” en un film intemporal y sublime, y en la más brillante sucesión de secuencias inolvidables que probablemente se haya visto jamás en una pantalla, culminada con la magistral secuencia final en el aeropuerto. Cine en estado puro elevado a la categoría de leyenda, sencillamente irrepetible.

 

 

 

 

 

 

 

 

Ver Casablanca por primera vez es un experiencia mágica, una película con vida propia que gana mucho en las siguientes visiones posteriores, que parece que no acaba porque los personajes siguen viviendo o vagando por algún sitio a la espera de encontrarse de nuevo y reanudar su maravillosa historia de amor, una maravillosa canción traducida como el tiempo pasará que paradógicamente es lo que realmente no ocurre con Casablanca. Una película con un casting soberbio con una sucesión de momentos maravillosos, en el cual destacaría el primer plano de Ingrid Bergman con la cara llorosa escuchando as time goes by, con el dolor del amor y la pasión perdidos, porque no se puede expresar más con un plano de 5 segundos porque eso es el cine en mayúsculas, con un final increíble, más perfecto y el más maravilloso de cuantos se hayan hecho jamás. Casablanca, al menos para mí, es la obra maestra de las películas irrepetibles de la historia del cine. ¿Qué es lo que tiene esta película para ser elegida como LA PELÍCULA, en una década en la que las obras maestras era una constante? ¿Por qué algunos críticos se decantaron precisamente por esta película, y no por otra? ¿Por qué, más de 60 años después, los espectadores seguimos amando Casablanca? ¿Obra de los críticos? Sinceramente, no les creo tan todopoderosos. Gracias a una planificación inspirada y un romance reforzado entre cinismo romántico e idealismo intemporal, a diálogos brillantes y memorables y abundantes toques de humor... Es una de las películas más populares de todos los tiempos.  Diálogos, personajes, atmósfera y anécdotas pertenecen ya a la mitomanía. Los ojos brillantes de Ingrid, entre los cañonazos. Humphrey ya se quitado su coraza deshecha por la ternura. Qué amor tan inoportuno, en mitad de la adversidad.... Y qué grande. Pero la cobardía y el deber manda, y deciden abandonar el amor, traicionar la ternura… Años después, cuando les inunda la melancolía y el dolor, escuchamos As time goes by. Cada mirada con cada gesto el amor que se siente, la mezcla de sentimientos.

 

¿Son eso cañones... o son los latidos de mi corazón? ¿Cómo semejante frase puede convertirse en poesía en los labios de Ingrid Bergman? ¿Como es posible que un tipo alcohólico, bajito y no precisamente guapo haya enamorado a generaciones de mujeres?. Porque Rick Blaine es aventurero, apasionado, honesto, idealista y romántico. Duro como para sobrevivir al desamor, lleno de heridas, curándoselas en solitario, todo antes de caer en la deslealtad y sustituir a la chica de sus sueños por otra cualquiera. ¿Y cómo Ilsa, no es capaz de luchar por su amor, y consiga enamorar a un hombre que con sólo mirarlo a la cara, llena de cicatrices, adivinamos un pasado intensamente vivido? ¿Y de tener incondicionalmente el marido perfecto, Laszlo, que además de quererla, es un héroe? ¿Cómo olvidar París?. Es un ritual. Siempre volveremos a ver la película, esperando que Ilsa no se suba al avión. 'Casablanca' es una de esas películas que por muchas veces que se vea, provoca suspiros de admiración a pesar de rodarse  por casualidad. La Warner la había concebido como una más de las películas que servía de propaganda a la causa de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Toda la producción y el rodaje estuvieron marcados por una gran improvisación o que durante el rodaje casi se suprimiera una de las escenas más míticas de la historia del cine...la de "tócala Sam"... Además, el tan recordado y admirado final estuvo a punto de ser diferente. Todo esto casi ocurre ya que mientras se rodaba, el guión aún no estaba terminado. Nadie sabía cómo iba a finalizar ese amor a tres bandas, y ante semejante caos, a menudo Bogart se desesperaba en el rodaje e Ingrid Bergman preguntaba una y otra vez al director Michael Curtiz de quién estaba enamorada, si de Victor Laszlo o de Rick.

 

 

 



Michael Curtiz supo dar al filme, gracias a un juego de luces y sombras, un peculiar toque de exotismo creado íntegramente en los platós y de una extraña mezcla de romanticismo, idealismo y un sentido del humor que raya el cinismo. Otra de las razones del éxito de la película es ver al siempre duro Humphrey Bogart derretirse literalmente por un amor perdido en el pasado y que de repente aparece ante sus ojos. Ésa es Ingrid Bergman, a la que la vemos debatiéndose entre el deber, la lealtad y la pasión. De todas formas, 'Casablanca' no sería lo mismo sin sus actores de reparto. Paul Henreid es Victor Laszlo, un abnegado e idealista patriota que lucha contra los nazis. Su contrapunto es el pragmático Capitán Renault, que interpreta de forma magistral Claude Rains. Ellos son sólo una parte del pequeño universo que puebla el bar de Rick en Casablanca, un lugar al que todo el mundo acude: aventureros, carteristas, militares nazis, la Resistencia, y sobre todo, mujeres y hombres en busca de esperanza.

 



"Casablanca' es sí, una historia de amor, que también habla de sacrificios personales en tiempos difíciles. Por todo eso y más, no envejece, el tiempo no pasa por ella. Está viva, siempre se verá con sus preciosos diálogos y su final tantas veces imitado.

 

 

 Una película inmortal de la que siempre se hablará y que se ha convertido con los años, no solamente en un míto, sino en todo un emblema de la cultura del siglo XX.